Aunque se trate de una filosofía de hace más de 2000 años, la realidad es que el estoicismo puede ofrecernos una guía práctica para abordar muchos de los problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad. Este movimiento filosófico surgió a raíz de la pregunta: ¿Cómo podemos vivir una buena vida?
El estoicismo es una filosofía que puede ayudarnos a conseguir una buena vida. De hecho, se trata de una serie de principios y conocimientos que aplicaron a sus propias vidas filósofos como Marco Aurelio, Epicteto o el propio Sócrates para conseguir cambiar, poder lidiar con los problemas del día a día y sobre todo, vivir una vida auténtica y con un propósito definido. Pero, ¿cómo podemos aplicar la filosofía estoica a la vida moderna?
¿Qué es el estoicismo?
El estoicismo surgió en Atenas alrededor del año 300 a.C y se desarrolló hasta tal punto que Marco Aurelio, un emperador romano del siglo II d.C, lo aplicó a su propia vida. El objetivo del estoicismo no es suprimir las emociones o ser pasivo ante los problemas, tal como se ha malinterpretado en muchas ocasiones. Por lo contrario, esta escuela de pensamiento tiene como objetivo hacer que las personas construyan una buena vida.
Teniendo esto en cuenta, se centra en tres disciplinas. En primer lugar, el deseo, es decir, aquello a lo que deberíamos aspirar. En segundo lugar, las acciones que deberíamos hacer, lo que se centra en saber comportarnos. Finalmente, la última disciplina es el consentimiento, que implica entender cómo debemos reaccionar ante diferentes situaciones.
Una de las premisas principales de la filosofía estoica es precisamente que no se trata de una escuela de pensamiento teórica, sus ideas están pensadas para ser aplicadas y puestas en práctica día tras día. Por lo que, se trata de una guía para vivir una vida más plena y significativa.
Los pilares de la filosofía estoica
Uno de los filósofos estoicos que más influencia tuvo fue Epicteto, un ex esclavo romano que se convirtió en un profesor de filosofía. Sus pensamientos e ideas fueron registrados en un Manual, donde se enfoca en dar una guía práctica para aplicar el estoicismo a la vida. Algunos de los puntos clave a remarcar son los siguientes:
No todo está bajo nuestro control. Céntrate en lo que puedes influir y no te preocupes por el resto. Son muchas las personas que malgastan gran parte de su energía en hechos que no pueden cambiar. Uno de los principios centrales del estoicismo es la dicotomía de control. Esto significa que debemos intentar sacar el máximo provecho a aquello que podemos controlar y aceptar lo que no está bajo nuestra influencia. Con lo que, a través de este principio estoico, se pretende reducir las preocupaciones que pueden surgir en nuestra vida.
Debemos buscar las virtudes morales en lugar de la riqueza o la comodidad en la vida. Según los estoicos debemos perseguir una vida moral y virtuosa. Esto se traduce como centrarnos en cultivar la virtud personal por encima de lo demás.
¿Qué significa la virtud en el estoicismo? Principalmente, se centra en cuatro aspectos. El primero, la templanza, nos permite controlar nuestros deseos más instintivos. El segundo, el coraje, permite que tengamos la suficiente fuerza mental para actuar bien ante circunstancias complicadas. En tercer lugar, la justicia, implica tratar a los demás de manera justa y con dignidad. Finalmente, el último aspecto para tener una vida virtuosa era la sabiduría, la habilidad de actuar bien ante cualquier circunstancia.
Tener un modelo a seguir. Los estoicos remarcaban mucho la idea de conseguir una figura que fuera una fuente de inspiración para alcanzar una buena vida. Es decir, una persona ejemplar que puede ayudarnos a entender qué camino seguir para cultivar nuestra virtud.
Dejar atrás el miedo a la muerte. Diferentes filósofos estoicos señalaban la inutilidad de temer a la muerte. Según sus posturas, no podemos evitar la muerte, por lo que es absurdo preocuparse o perder tiempo temiéndola. Aun así, es útil para recordarnos la impermanencia de las cosas, incluidos los propios humanos. Al entender la muerte desde esta perspectiva, podemos apreciar mejor nuestra vida.
No debemos reaccionar impulsivamente. El estoicismo apunta a la importancia de saber frenar y sobre todo reflexionar sobre lo que sucede a nuestro alrededor. De hecho, Epicteto dijo que es importante “tomarnos un momento antes de reaccionar” ante determinadas situaciones. Sobre todo, pone énfasis en entender la postura de los otros y pensar antes de actuar.
La importancia de invertir en buenas amistades. Los antiguos griegos daban mucha importancia a la amistad. De hecho, los estoicos creían que el único tipo de amistad que deberíamos cultivar son aquellas denominadas por Aristóteles como ‘amistad buena’, es decir, los amigos verdaderos y cercanos, con los que podemos compartir lo más profundo de nuestro mundo interior. Además, también destacaban la importancia de establecer conversaciones centradas en aspectos importantes de la existencia.
Como vemos, el estoicismo aplicado en la actualidad puede guiarnos hacia una vida mejor. Esto puede ser consecuencia de priorizar nuestras virtudes y moralidad antes que otros aspectos que nos otorgan un menor valor. Una vida virtuosa, según los estoicos, se centra en aprender a enfocarse en lo realmente importante: en optar por un camino justo y desarrollar nuestras habilidades.
Referencias:
- Fideler, D. (2022). El arte de vivir como un estoico. Barcelona. Paidós.
- Pigliucci, M, & Lopez, G. (2019). Mi cuaderno estoico. Cómo prosperar en un mundo fuera de tu control. Barcelona. Ariel.
- Pigliucci, M. (2017). Cómo ser un estoico. Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna. Barcelona. Ariel.
Por: Elisabet Jordá Bello/Muy Interesante