Con el paso del tiempo, seguro has conocido cada vez a más personas que se enferman de covid-19, pero tú afortunadamente no eres uno de ellos. De hecho, ya ni siquiera te cuidas tanto como los demás por el simple hecho de que casi todos los que conoces se han infectado… y tú ni siquiera has tenido un resfriado. ¿Por qué será? ¿Crees que eres inmune a la enfermedad… o sólo has tenido mucha suerte?
La virginidad de covid-19 se ha vuelto cada vez más especial porque refleja a una minoría de la población. Los pocos afortunados desafortunadamente no tienen un secreto detrás de su éxito. Mientras que hay algunos que han llevado las recomendaciones de salud al extremo, hay otros que no parecen cuidarse en lo absoluto y aún así no se han emfermado. ¿Te imaginas qué será?
¿Qué es la inmunidad?
La inmunidad es la capacidad de tu cuerpo para protegerte de enfermades cuando estás expuesto a un agente infeccioso (“germen”) como una bacteria, virus, parásito u hongo.
La inmunidad es un proceso complejo que involucra muchas partes móviles. Tu cuerpo produce una variedad de células diferentes que combaten los gérmenes invasores. Algunos de estos liberan proteínas especiales llamadas anticuerpos en el torrente sanguíneo. Estas células productoras de anticuerpos pueden “recordar” un germen en particular para que puedan detectar su presencia si regresa y producir anticuerpos para detenerlo.
¿Es inmunidad o suerte?
¿Qué tan protegido estás contra el covid-19? La respuesta depende de muchos factores: si ya tuviste covid-19 (y si sí, hace cuánto tiempo), si te has vacunado (y si sí, cuándo), si tienes alguna otra condición médica que pudiera debilitar tu sistema inmune, y más. Incluso las pruebas de anticuerpos sólo te dan un aproximado de inmunidad, así que no hay una respuesta clara.
Aún así, lo más cercano a una respuesta que tenemos está en tu sangre. Y, en la mayoría de lso casos, la inmunidad recae en las vacunas. No todos los anticuerpos disminuyen al mismo ritmo y, en algunas personas, los anticuerpos no disminuyen mucho.
Lo más seguro es que tengas ambos: suerte e inmunidad, pues los niveles de anticuerpos proveídos por la vacuna son la segura razón detrás de tu éxito. Pero muchos no están considerando otro factor importante en la forma en que uno se enferma (de cualquier cosa).
Hay otra faceta de la inmunidad llamada sistema inmunitario innato, que actúa como primera línea de defensa y, a veces, elimina un virus u otro patógeno antes de que se replique lo suficiente como para provocar la producción de anticuerpos. Una buena inmunidad innata podría ayudar a explicar algo que muchos de nosotros hemos experimentado: no tener un resfriado o gripe, incluso cuando dormimos en la misma cama con la persona enferma durante toda la enfermedad.
El estrés, la dieta, la salud general e incluso la luz solar pueden afectar la inmunidad innata. También podrían hacerlo otros factores. Todavía hay mucho que no sabemos sobre el sistema inmunológico. Y esa es una de las razones por las que hablamos de “suerte”.