El gobierno de México anunció este jueves que la empresa CloudHQ, uno de los mayores desarrolladores de centros de datos en el mundo, realizará una inversión de 4,800 millones de dólares en Querétaro para el desarrollo de un megacampus con seis instalaciones de cómputo crítico y almacenamiento en la nube, orientado a servicios de Inteligencia Artificial (IA).
Marcelo Ebrard, secretario de Economía, destacó que el proyecto “tiene implicaciones muy grandes para México”, tanto por su monto como por su impacto en la infraestructura digital. “Estamos construyendo la carretera necesaria para que funcione la nueva economía vinculada con la Inteligencia Artificial”, afirmó.
El funcionario explicó que la inversión se traducirá en la creación de 7,200 empleos en la etapa de construcción —aproximadamente 1,200 por cada data center—, además de 900 empleos permanentes altamente calificados una vez que las instalaciones estén en operación.
Además, reconoció el apoyo del gobernador Mauricio Kuri durante el proceso de adquisición de terrenos y desarrollo previo. “Esta inversión no solo generará empleos de muy buen nivel, sino que prácticamente todos los servicios de nuestra vida cotidiana estarán vinculados a centros de datos como este”, apuntó el titular de la Secretaría de Economía.
Por su parte, Keith Patrick Harney, director de operaciones de CloudHQ, subrayó que el campus se edificará en un terreno de 52 hectáreas y contará con una carga informática crítica de hasta 900 MW, respaldada por una subestación privada y una de maniobras de 2 GW, que estarán listas en 2027.
También subrayó el efecto multiplicador de la inversión, pues las empresas tecnológicas arrendatarias llegarán a triplicar los montos de capital y la generación de empleos derivados del proyecto.
Según se dio a conocer durante la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, el proyecto, diseñado bajo estándares de sostenibilidad y eficiencia energética —incluyendo refrigeración sin agua y certificación LEED Oro/Plata—, contempla una estrecha colaboración con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) para garantizar la confiabilidad del suministro.
Con información de El Economista