Miguel Ángel García Muñoz, Director del Diario ABC Puebla:

CANCÚN.- Disculpe si no le proporciono mi nombre, usted sabe cómo se las gastan los políticos. Me podrían majar.

Mire, soy originario del Estado de Quintana Roo y vivo desde joven en el bello Cancún. Sigo su portal desde hace varios años y especialmente lo que usted escribe. Me interesa y me gusta su forma franca de decir las cosas, a pesar de que en este país, como en muchos otros, decir la verdad o nuestra verdad es peligroso.

Para no extenderme, solamente expongo que sería recomendable que las autoridades que investigan el caso de la Periodista Lydia Cacho Ribeiro y sus acusaciones contra varios personajes políticos, entre ellos el que fue Gobernador de Puebla, Mario Marín Torres y el empresario colís Kamel Nacif Borge, pariente del corrupto ex Gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo (NO PODÍA SER DE OTRA FORMA), que llamaran a atestiguar a gente que en esos momentos supo el fondo del problema. Podría esclarecer muchas dudas.

Ahí están, por ejemplo, la ex Procuradora Blanca Laura Villeda; el ex Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Guillermo Pacheco Pulido; Luis Ángel Casas, empresario que le gusta invertir en campañas políticas y luego cobrar hasta con intereses, los tres ejerciendo alguna función en el caso que enlodó 2005 y los años posteriores hasta 2020.

No sé si tengan que ver los jefes de Comunicación Social de Marín Torres.

Y mire usted la burla: Se filtra este sábado 11 de junio, que ya está localizado Kamel Nacif en Líbano y que pedirán las autoridades mexicanas su extradición. ¿Cómo le harán, si en ningún momento se afirma que ya fue capturado?

Otra cosa: Yo sabía que Nacif Borge estaba viviendo escondido en Inglaterra.

No todos dicen la verdad en este asunto, incluyendo a la Periodista Cacho.

Se ha manoseado mucho el pleito, más que el francés.

Por último, también sugeriría que se investigara en Quintana Roo los negocios del reo de lujo que tienen en Puebla, Eukid Castañón Herrera. Lo conocemos bien por acá. Sus socios abundan, más que las rayas en el mar.