En México, 7 de cada 10 adultos tienen sobrepeso u obesidad, problema que registró un aumento de 2012 a 2018; lo mismo que la diabetes mellitus, la cual se incrementó 1.1% y la hipertensión arterial que aumentó 1.8%, en ese mismo período.
Lo anterior de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), dada a conocer ayer, la cual revela que en 2018 el sobrepeso y la obesidad afectaron a 35.6% de los niños y a 38% de los adolescentes.
Mientras que de los adultos mayores de 20 años afectó a 75.2% de ese sector de la población, porcentaje que en 2012 fue de 71.3%. Siendo las mujeres el sector que más incremento registró al pasar de 73.0% en 2012 a 76.8% en 2018.
En torno a la prevalencia de diabetes mellitus entre adultos, la encuesta más reciente realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de Salud Pública, de la Secretaría de Salud, señala que pasó de 9.2% en 2012 a 10.3% en 2018; mientras que la hipertensión arterial pasó de 16.6% en 2012 a 18.4% en 2018.
En este contexto, el Secretario de Salud, Jorge Alcocer, consideró que, ante los resultados de la Ensanut que, a su consideración, revela las enormes carencias alimentarias del país, es necesario transformar a fondo el sistema agroalimentario y poner el tema de salud alimentaria como una prioridad.
Enfatizó la importancia de conocer los patrones de alimentación con el fin de modificarlos e incidir en la prevalencia de las enfermedades crónico-degenerativas, que “hoy más que nunca nos arrebatan la vida de miles de personas al año, y el problema se agravó con la llegada del coronavirus (Covid-19) haciendo imperioso y urgente un cambio de raíz”.
Mientras que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, advirtió que en cuatro años -que le quedan a la actual administración federal-, no se puede revertir un daño tan grande en la salud de los mexicanos relacionada con el consumo de productos industrializados.
“Aspiramos a dejar la base de la transformación, pero no se logrará el cambio sustancial en solo cuatro años, en el mejor de los casos y es una meta del programa nacional de desarrollo, lograremos reducir la obesidad infantil y juvenil”, señaló.