Diputados y senadores enfrentan una encrucijada. El 01 septiembre deberán cumplir el mandato constitucional de celebrar sesión de Congreso General en San Lázaro.
Tienen que acudir los 500 diputados y 128 senadores, lo que representa un riesgo de contagio de COVID-19.
Hay varias posibilidades, una de ellas es que tengamos una sede alterna en un lugar más amplio como el Auditorio Nacional o incluso la posibilidad de acondicionar el Zócalo.
Mario Delgado, coordinador de Morena, Diputados
La Organización Panamericana de la Salud estima que el pico de la epidemia será en agosto, por lo que concentrar a legisladores, asesores, personal de apoyo y periodistas parece inviable.
“Lo que es inevitable es que la instalación y posteriormente la sesión solemne demanda la presencia de las y los legisladores”
Dulce María Sauri Riancho, diputada del PRI
La Carta Magna también establece que 01 de septiembre el Congreso reciba el informe de gobierno del Ejecutivo Federal.
En principio, no habría inconveniente en hacerlo en San Lázaro.
“Vamos a esperar al enviado del Presidente de la República, normalmente es la Secretaria de Gobernación, ella normalmente va sola o puede ir acompañada por un par de personas y los recibiremos un servidor, la Jucopo y la Mesa Directiva”.
Mario Delgado, coordinador de Morena, Diputados
Además, ambas Cámaras tienen que definir cómo sesionarán en el periodo ordinario. Se proponen jornadas semipresenciales y adecuaciones para garantizar la sana distancia.
“La posibilidad de modificar el salón de sesiones, para separar más las curules, poder aislar por curul, y otra posibilidad es que desaparezcamos el corralito, para tener más espacio y los medios subirlos al primer balcón”
Mario Delgado, coordinador de Morena, Diputados
Diputados y Senadores instalarán un grupo de trabajo para encontrar la fórmula que les permita cumplir con sus tareas legislativas.