Hoy, un juez penal de Cholula sentenció culpable de extorsión al director del desprestigiado periódico Cambio, Arturo Rueda Sánchez, socio y cómplice del futuro senador Ignacio Mier Velazco.
La pena es de 2 años 3 meses de prisión, pero son tan benévolas las leyes mexicanas que se le ofreció al delincuente la conmutación de la pena por el pago de una fianza.
Aún así, sintiéndose víctima del delito que está plenamente acreditado en perjuicio de Jorge Estefan Chidiac, el extorsionador subió a las redes un mensaje donde pide que se reforme profundamente el sistema de jueces y magistrados que ya se debate en todo México y se conoce como el plan C.
No sabe ni lo que dice, pues la reforma que tiene de fondo acabar con la corrupción e impunidad en el Poder Judicial, si ya estuviera aprobada, él, en estos momentos, iría camino a prisión nuevamente.
Rueda, prometió al salir de la cárcel, después de 14 meses recluido y de haber sido perdonado por Estefan Chidiac, que se dedicaría a fabricar crucifijos y regalarlos.
¡Farsante!
Nuevamente implora hipócritamente la intervención divina y de la justicia, cuando se ha dedicado a destrozar honras.
Todavía le falta enfrentar los delitos de enriquecimiento ilícito, creación de empresas fantasmas y negociar con recursos ilegales.
Nadie sabe todavía la razón de haberle cambiado las medidas cautelares, convirtiéndose en un activo político oscuro del PAN y del PRI, promoviendo con descaro, además, a las encuestadoras Massive Caller y México Elige, que nada más fallaron por 32 puntos en sus predicciones nacionales y en las gubernaturas que se jugaron, lo que les valdrá su desaparición.
Nunca podrá Rueda Sánchez, quitarse el estigma de extorsionador, presidiario y delincuente.
¿Qué dicen sus amigos periodistas y políticos?
¿Ya no lo van a defender?
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