Norberto Rivera, el Encubridor.
Los cientos de niños y jóvenes que en algún momento de su vida, (seguramente el peor) fueron abusados sexualmente por sacerdotes pederastas, siguen esperando una justicia que, para su desgracia y de la sociedad, tal vez nunca llegue porque todavía en nuestro país esos inmorales y sus encubridores gozan de impunidad; “intocables” para las autoridades civiles y, desde luego, para las religiosas.
De acuerdo con acusaciones de los propios agraviados y por amplias y serias investigacioes periodísticas, el ejemplo más claro es el del el ex arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, denunciado penalmente de haber protegido a por lo menos 15 sacerdotes pederastas.
Norberto, presunto encubridor de curas violadores de niños, fue denunciado en julio de 2017, en Procuraduría General de la República, por el ex sacerdote Alberto Athié Gallo, quien lo acusó de haber protegido a por lo menos 15 clérigos pederastas y repugnantes maleantes de sotana, pero hasta el momento la ahora Fiscalía General de la República no lo ha citado a declarar y muy probablemente no lo hará y, menos aún, lo enjuiciará para llevarlo a prisión. Sería algo, al menos hasta hoy inaudito en México. Aunque quien sabe, las cosas están cambiando en nuestro país.
El 2 de junio de 2017 el ex sacerdote de la Arquidiócesis de México, Alberto Athié Gallo presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) para que investigara al cardenal Norberto Rivera Carrera, por considerar que encubrió a 15 párrocos que presuntamente cometieron actos de pederastia.
Alberto Athié afirma que el cardenal Rivera Carrera tuvo conocimiento pleno, íntegro e indubitable de la comisión de presuntos hechos ilícitos perpetrados por al menos quince sacerdotes adscritos a la Arquidiócesis a su cargo”.
En su denuncia se menciona que el cardenal Rivera incurrió en una “injustificada omisión jurídica”, por lo que le resultaría una responsabilidad penal por encubrimiento de hechos que fueron de su conocimiento.
Uno de los casos más escandalosos es del sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, quien operaba en Puebla, señalado como uno de los clérigos mexicanos que más violaciones ha cometido y que, según las víctimas, no ha sido juzgado gracias a la protección de la jerarquía de la Iglesia católica en México, encabezada por Norberto Rivera. Abusó de al menos 26 menores durante su estancia de 10 meses en Los Ángeles, California, Estados Unidos.
De acuerdo con el registro que llevan organizaciones civiles como “Católicas por el Derecho a Decidir”, fue en 1987 cuando se empezó a hablar de los abusos de Nicolás Aguilar, mientras era el cura de la Parroquia de San Sebastián, en Cuacnopalan, Puebla.
Cuando fue encontrado rodeado en un charco de sangre luego de ser golpeado por jóvenes con los que se presume sostenía relaciones sexuales y de conocerse sus actos de pederastia, fue enviado a Los Angeles, California, donde dio rienda suelta a sus bajos instintos, gozando de encubrimiento de jerarcas católicos en Estados Unidos, México y, presumiblemente, El Vaticano.
En otro indignante caso, en la Sierra Norte de Oaxaca, el sacerdote Gerardo Silvestre abusó sexualmente durante varios años de decenas de niños indígenas, sin que la jerarquía católica de México y El Vaticano hicieran algo, pese a tener testimonios y evidencias del ultraje que estaba ocurriendo.
El documental de la Agencia Bengala: “SILVESTRE, Pederastia Clerical en Oaxaca” investiga la atrocidad cometida en pueblos de la región por parte de los sacerdotes así como su encubrimiento.
Este extraordinario trabajo de denuncia fue producido por la valiente empresaria y activista regiomontana Cristina Sada, bajo la dirección de Santiago Mohar Volkow y con la investigación de Diego Enrique Osorno y en él se destaca el encubrimiento de líderes de la iglesia católica en Oaxaca, en México y a nivel internacional.
MARCIAL MACIEL
Sin embargo, el suceso más escandaloso ha sido el del sacerdote michoacano Marciel Maciel, fundado de “Los Legionarios de Cristo”, quien abusó de más de 90 niños a lo largo de más de 30 años, incluyendo a dos de sus propios hijos.
Está documentado que, luego de quedar al descubierto los actos de pederastia, Marcial Maciel únicamente se le conminó desde El Vaticano, siendo Papa Benedicto XVI, a dejar de oficiar y a recluirse, al parecer en Roma, en la Santa Sede. Hay serias denuncias en el sentido de que también recibió la protección del Papa Juan Pablo II, en vez de haber sido enviado a la cárcel.
Manejando la congregación “Los Legionarios de Cristo”, con un poderío económico de más de 40 mil millones de dólares en América y Europa, Maciel gozaba de un señorío que aprovechó para violar a decenas de niños, entre ellos sus dos hijos que más tarde lo denunciaron, pero nada han logrado hacer, según ellos mismos lo expusieron durante una dramática entrevista con la periodista Carmen Aristegui.
En esa charla radiofónica de MVS Noticias, también estuvo la madre de las víctimas, quien fue esposa de Marciel Maciel. Ella relató que el repugnante sujeto la tenía viviendo en el Estado de Morelos y que le mentía diciéndole que era “agente viajero” hasta que un buen día la señora lo vio en la portada de una revista, vestido de sacerdote y oficiando misa en la capital del país. Síguenos en ABC Diario, 37 años de periodismo con historia.