La halterista mexicana, Ana Ferrer, competirá en el Grand Prix de Lima del 6 al 11 de noviembre, para sumar puntos en busca de clasificar a sus primeros Juegos Olímpicos en Tokyo 2020. Además de continuar con su preparación para el Preolímpico continental que se diputará en abril, en República Dominicana.
“Ahorita lo principal es irnos posicionando de acuerdo a ranqueo, gracias a Dios estoy dentro de las 10 primeras del ranking olímpico […] Tenemos potencial aunque a veces competimos en desventaja porque hay países que les invierten muchísimo a sus atletas, pero trabajamos muy fuertes, siempre el sueño de todos los atletas es ser medallistas olímpicos”.
Ana logró bronce en los Juegos Panamericanos de Lima, además de que finalizó en el cuarto lugar de la categoría 55 kilogramos del Campeonato Mundial de Pattaya, resultados que la ponen en la pelea por la presea olímpica.
“México tiene derecho a cuatro plazas femeniles y varoniles todo está en que nos vayamos ranqueando. Por eso, este año ha sido muy cansado porque hemos estado compitiendo cada mes”.
Ana reconoció que los múltiples casos de dopaje en la halterofilia obligaron a que la Federación Internacional los condicione a competir en siete eventos para hacerles exámenes antidopaje como parte de su clasificación para Tokyo 2020.
“Si veo viable conseguirla, para París comentaba es sí o sí medalla, por eso es el trabajo”, finalizó.