El presidente Andrés Manuel López Obrador, pidió el martes a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que permita entrar a más migrantes con visas de trabajo, en un encuentro en la Casa Blanca.
López Obrador abogó por “ordenar el flujo migratorio y permitir la llegada a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales de las distintas disciplinas, mexicanos y centroamericanos, con visas temporales de trabajo“ y consideró “indispensable” regularizar a los migrantes que desde hace años “contribuyen al desarrollo” del país, en referencia a una vía hacia la ciudadanía, una de las promesas de Biden truncadas por el Congreso.
En un comunicado conjunto difundido por la noche, los dos presidentes afirman que “están tomando medidas inmediatas y coordinadas para gestionar los flujos sin precedentes de migrantes” en virtud del acuerdo sobre migración firmado en la Cumbre de las Américas.
Infraestructura en la frontera
En esa frontera se proponen combatir el tráfico de fentanilo, de armas y de personas. Y en un intento por mejorar su seguridad han puesto en marcha un plan de varios años de modernización de la infraestructura.
Estados Unidos costeará 3 mil 400 millones de dólares y México se ha comprometido a invertir, mil 500 millones de dólares entre 2022 y 2024, es decir, 800 más de los 700 anunciados en mayo por el gobierno.
Esperan asimismo lanzar un grupo de trabajo bilateral sobre vías de migración laboral y otro para dar una respuesta transfronteriza a la migración infantil.
En esta segunda reunión en persona entre los dos presidentes, se habló además de algunos aranceles que no ha eliminado el T-MEC, para rebajar los precios a los consumidores, y sugirió “un plan de inversión privada y pública (…) para producir bienes” y así evitar importarlos de otros países.
Con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria, México planea comprar a Estados Unidos hasta 20 mil toneladas de leche en polvo y un millón de toneladas de fertilizante para distribuir a pequeños productores de maíz, y frijol.
Los dos presidentes se esmeraron en dar una imagen de unidad, dejando a un lado sus diferencias.
El presidente estadounidense calificó a López Obrador de “amigo” y “aliado” con quien mantiene “una relación fuerte y productiva” a pesar de que los titulares de la prensa digan lo contrario.