Gabriela García Guzmán
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, afirmó que la decisión de “poner orden” en la entidad no responde a un capricho personal, sino a la necesidad de corregir las prácticas heredadas de casi 29 años de administraciones inexistentes, marcadas —dijo— por la corrupción y la complicidad.
Al referirse a lo expuesto el pasado sábado durante su Primer Informe de Labores, el mandatario destacó que se dio prioridad a los temas de seguridad y a las acciones que su gobierno realiza de manera cotidiana en todo el estado, sin distinción de municipios ni de personas.
Armenta subrayó que informar es una obligación del gobierno y que comunicar es parte esencial del ejercicio de gobernar. En ese sentido, explicó que establecer el orden es una función fundamental del Estado y no implica vulnerar derechos, sino garantizar que se respeten plenamente. Señaló que el principio jurídico básico establece que el derecho de una persona termina donde comienza el de otra.
El titular del Ejecutivo estatal sostuvo que el desorden y el caos permiten que el derecho de unos se imponga sobre el de otros, ya sea de individuos u organizaciones, situación que su administración busca erradicar.
Asimismo, reiteró que su gobierno se rige por una visión humanista sustentada en tres ejes principales: seguridad, justicia y obra comunitaria. Recordó que en administraciones anteriores se toleraron prácticas como el huachicol y la corrupción, además de la construcción de obras monumentales que endeudaron al estado sin generar beneficios reales para la población.
“El pensar cuánto deja una obra es traicionar al pueblo. Yo no busco beneficios personales, quiero reconstruir una ciudad que fue abandonada por gobiernos a los que no les importó”, expresó.
Finalmente, Armenta ratificó su compromiso de pavimentar y rehabilitar las principales vialidades de la ciudad antes de que concluya su administración. De manera paralela, aseguró que se atenderán calles secundarias y exhortó a los municipios a invertir sus recursos en la pavimentación de avenidas terciarias, así como en servicios básicos como la recolección de basura y el alumbrado público.
