(Segunda parte)
Alberto Jiménez Merino
Nuestra propuesta consiste en invertir en un Plan de Formación de Líderes para Impulsar el Desarrollo Comunitario, Regional y Sectorial, a través de la realización de estancias cortas, de 1 a 3 meses, para que jóvenes del último semestre, de bachillerato y universidad, con ganas de ser alguien, se preparen en instituciones y/o empresas de municipios, estados o países líderes.
Se trata de ir ahí a donde ya resolvieron los problemas que tenemos, se capaciten y al regresar, puedan desarrollar proyectos propios, ser agentes promotores de innovación y soluciones, pero sobre todo sean los Líderes que guíen el desarrollo de comunidades y regiones de Puebla y de México.
Si los gobiernos municipales, estatales y la administración federal quieren hacer algo trascedente en la solución de los problemas existentes y llenarse de gloria a través de resultados en beneficio de la gente, la vía es preparar recursos humanos capacitados y formar líderes para el desarrollo. Sin esto, cualquier esfuerzo y recurso será de muy bajo impacto.
Las principales áreas que requieren la formación de líderes son, sólo de manera enunciativa: Desarrollo Agroalimentario, Vivienda Sustentable, Ordenamiento y Desarrollo Urbano, Desarrollo Turístico, Abasto de Agua, Tratamiento y Reúso de Aguas, Recarga de Acuíferos y Riego Tecnificado, Manejo de Recursos Naturales y Residuos, Energías Alternativas y Limpias, Medicina Alternativa e Integrativa, y Desarrollo Tecnológico
De manera enunciativa también y solo como ejemplos que me constan, a continuación mencionaré algunos municipios, estados y países en donde es posible que nuestros jóvenes puedan aprender y capacitarse para resolver los problemas que hemos señalado.
No son los únicos lugares, es posible que haya otros más y mejores, se trata de ponernos de acuerdo en donde puede ser más conveniente y viable en función de tiempos y recursos.
Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, ha sido ejemplo de sistemas operadores de agua potable por la eficiencia de su sistema de recaudación y servicio.
Monterrey, Nuevo León, es un ejemplo nacional por el tratamiento del 100% de sus aguas residuales.
Los Reyes, Michoacán, es un ejemplo de reconversión productiva de caña de azúcar a zarzamora y berries que ha dado al estado un gran liderazgo. Asimismo, un gran proyecto de producción de pescado bagre se localiza en Zamora, en estanques de tierra y grandes avances en Auburn, Alabáma.
El clúster del calzado en León, Guanajuato es una muestra de que se pueden hacer las cosas mejor.
Huatusco, Veracruz, y Venustiano Carranza, Chiapas, son ejemplos de importantes proyectos de bambú; La Presa Miguel Alemán en Soyaltepec, Oaxaca, y La Angostura en La Concordia, Chiapas, son los proyectos de producción de peces en jaulas flotantes más grandes en su tipo.
San Marcos, y varios municipios del estado de Guerrero, son hoy un ejemplo en trasplante de embriones en ganado bovino para el mejoramiento genético.
Proyectos de Agricultura de Conservación en Guanajuato, y Agricultura protegida, en Querétaro y San Luis Potosí.
La producción de camarón en estanques en Jalisco y la producción de Chile Habanero en Yucatán, son un par de ejemplos más.
En el extranjero podemos mencionar la Agricultura tecnificada de Israel, líder en manejo del agua, y producción colectiva en Kibutz; la producción de salmón en Chile y Noruega; la fruticultura tecnificada en California, Estados Unidos y Santiago de Chile.
En desarrollo de invernaderos podemos mencionar a Almería en España; la energía solar en China, Australia, España, Marruecos y Chile.
La energía eólica en Alemania; el rescate de ríos en Europa, San Antonio, Texas y Bolivia. El desarrollo urbano de algunas ciudades de Brasil; el desarrollo pecuario de Brasil, Nueva Zelanda y Australia. Los huertos familiares en Argentina y Cuba.
Asimismo, la biotecnología y floricultura en Holanda, en Holambra, Brasil, y el Ecoturismo en Costa Rica; la producción de cacao en Ecuador, Perú y Costa de Marfil, o casos innovadores de reforestación por semilla recubierta en Kenia.
La bioeconomía en Argentina, la electrónica en Japón, China y Corea del sur. El desarrollo del bambú en China, India, Ecuador, Brasil, Perú y Colombia. La medicina tradicional e integrativa de China y la India; la producción de etanol combustible en Brasil y Colombia.
La educación en Finlandia, Alemania y Dinamarca. Brasil y España son ejemplos del desarrollo de Sociedades Cooperativas.
La tarea es identificar casos de éxito, sistematizarlos y socializarlos y, de ser posible, promovamos que nuestros jóvenes se vayan a preparar allí para que con una mejor formación puedan contribuir más al desarrollo nacional y dejemos de estarnos quejando de quienes, en el pasado, hicieron mal las cosas.
Si no lo hacemos hoy, el discurso y los problemas dentro de 50 años seguirán siendo los mismos y seguramente más graves.