Ojalá y se concreten acuerdos entre el Gobierno del Estado y las universidades públicas y privadas, después de la marcha multitudinaria del 5 de marzo.
Preocupante sería que las reuniones de la comunidad estudiantil y autoridades estatales pasaran a formar parte de una escenografía fingida, producto de la presión del momento o que se supiera que hay maltrato o desinterés en la palabra empeñada, en las negociaciones signadas y en el cumplimiento de ofrecimientos por el bien colectivo.
Esto, nos lleva a reflexionar sobre la exigencia que ha empezado a soltar parte del morenovallismo y sus simpatizantes, algunos que han encontrado refugio en nuevos periódicos con “extraños” financiamientos, a pesar de haber sido esbirros de Rafael Moreno Valle, Antonio Gali Fayad y que pensaban que habían tocado el paraíso con el triunfo de Martha Erika Alonso que siempre estuvo bajo la sospecha del fraude.
Esa exigencia que tiene que ver con olvidar el gobierno de terror que impuso Rafael Moreno Valle y que la mayoría de poblanos vivieron, siendo cómplices algunos empresarios, Diputados, Senadores, priistas, panistas, Enrique Peña Nieto y parte de sus funcionarios. La danza de los millones fue su preferida, al mismo tiempo que cobijaron a la delincuencia organizada, la corrupción e impunidad en alta escala.
OLVIDAR EL PASADO, ES NEGAR A LOS MUERTOS
Sacar a relucir los expedientes morenovallistas no es un distractor de lo que sucede en Puebla con la inseguridad y los asesinatos, es redondear las investigaciones que se tienen que hacer para castigar a los culpables de las atrocidades heredadas que se multiplican.
A 105 años de la muerte de Porfirio Díaz, los mexicanos no le perdonan su reelección y excesos, a pesar de haber sido héroe nacional.
¿Por qué no exhibir y castigar a los que quebraron al país, concretamente a Puebla, en este caso?
La oposición a esto se debe a que la corrupción arrastró a gente que no quiere aparecer. Le aterra ser exhibida, cuando ha presumido falsamente su limpieza de obra y gracia.
FEMINICIDIOS Y GUACHICOL CON RMV Y GALI
El saldo que dejaron en deuda estatal, obras fastuosas, guachicol, inseguridad, violencia y crimen, es rojo como la sangre.
La frase famosa de Rafael: “He hecho obras sin pedir un peso prestado”, es inmortal como la del Tartufo.
El número de denuncias registradas por los Ministerios Públicos y archivadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) así como los datos de la Encuesta de Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) del INEGI, muestran que en su sexenio (2011-2017), el crecimiento de la incidencia delictiva en general rozó el 30 por ciento.
Los delitos de alto impacto, como el secuestro y el robo con violencia, prácticamente se triplicaron; el homicidio doloso tuvo un crecimiento del 30 por ciento. La tranquilidad que se vivió en administraciones anteriores se esfumó.
Las cifras sobre robo de combustible refieren un aumento de 3 mil 27 por ciento. Aunado a ello se conocieron ejecuciones y secuestros de personas cuyos cuerpos fueron “pozoleados” para no dejar huella y para sembrar psicosis colectiva.
El INEGI revela que en la entidad, durante el morenovallismo, 8 de cada 10 personas se sentían inseguras.
En un año, poco antes de culminar su gestión Moreno Valle, el número de linchamientos subió a 83. La gente quería venganza, pues no confiaba en la policía.
Hubo asesinatos y secuestros de alumnos de la BUAP, la UPAEP, la Iberoamericana, El Tecnológico de Monterrey, más los que no se denunciaron ante la nula respuesta o la negligencia burocrática.
Las pérdidas económicas originadas por actos delictivos pasaron de 4 mil 785 millones de pesos en el 2010, a 10 mil 886 millones de pesos en el sexenio siguiente, lo que significa un incremento del 127 por ciento.
DELITO VIOLENTO
En marzo de 2016, secuestraron a siete personas en un palenque montado en las inmediaciones del palacio municipal de Cuautlancingo. Días más tarde se encontraron en el municipio de Calpan unos tambos que contenían los restos de los cuerpos de esas personas que fueron disueltos en ácido.
La hija de Simitrio, que respondía al nombre de Mextli Sarabia, fue asesinada en el mercado Hidalgo. Y qué decir de la “Ley Bala” que le costó la vida al niño de Chalchihuapan José Luis Tlehuatle.
EL NARCOMENUDEO, la “piratería”, el robo de autopartes, automóviles, casas habitación y la operación solapada de grupos delictivos, alcanzó cifras descomunales. Hoy, se sienten los estragos. La RESACA no ha terminado y hay responsables.
Los homicidios con saña, como los descritos, son parte de las ejecuciones más recordadas en lo que fue de ese año por su violencia, pero no son las únicas. Según datos del sitio Semáforo Delictivo y la empresa consultora en temas de seguridad LANTIA, señalan que en Puebla hasta octubre de 2015, fueron 328 los asesinatos que pueden calificarse como ejecuciones, calculando que el 63 por ciento de los homicidios dolosos en el último año entran en esa categoría, una cifra que supera el 58 por ciento de la media nacional y ubica a Puebla entre los Estados con focos rojos.
En cuanto a Robos con Violencia, la cifra creció 179 por ciento con respecto al sexenio pasado de Mario Marín.
SECUESTRO
El secuestro es un caso paradigmático, mucho se ha escrito y hablado en los medios de comunicación de que Puebla tiene una de las mejores unidades antisecuestro del país, con altos niveles de efectividad, pero nada de eso ha servido para contener el delito, pues el incremento general entre este sexenio y los gobiernos de Mario Marín y Melquiades Morales es de 170 y 229 por ciento respectivamente. 211 casos en 69 meses, contra 78 y 64 en los gobiernos precedentes.
Los paleros quisieron maquillar la realidad.
LAVANDO DINERO
Álvaro Delgado, reportero y columnista de la revista Proceso, dijo: “En la zona más cara del Estado, Lomas de Angelópolis, se levanta un lujoso complejo inmobiliario integrado por centros comerciales, corporativos, habitacionales y de entretenimiento –restaurantes, bares, cines, clubes nocturnos–, desde donde se mira la majestuosidad del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl”.
“Es el opulento Distrito Sonata, donde se inaugurará, en diciembre, el hotel más grande de Puebla y se estrenará en 2017 la torre residencial más elevada de México, Nvbola Tower, de 198 metros de altura, en cuya cúspide habrá helipuerto, muro para escalar y una alberca semiolímpica que tendrá como fondo los volcanes”.
“Ese y otros desarrollos han sido edificados por BLUEICON, una firma de Puebla que se ufana de haber construido en la zona 200 mil metros cuadrados desde 2012 y que, apenas el 28 de junio, anunció la inversión de 500 millones de pesos para el proyecto My Residence, un complejo de tres torres de suites y áreas comerciales, donde estará la sede del Consejo Coordinador Empresarial (CCE)”.
“‘Les agradezco que estén invirtiendo sus recursos en este estado, como los 500 millones de pesos de My Residence, aplaudió Moreno Valle a los inversionistas de Blueicon, cuya prosperidad se cimienta, sin embargo, en actividades criminales, según la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito (SHCP)”.
La averiguación previa a la que hace referencia el reportero de Proceso no es la única sobre la lavado de dinero que se ha iniciado por parte de las autoridades en Puebla, la PGR dio a conocer el (folio PGR/UTAG/04193/2016) tras una solicitud de información que hasta 2014 son siete las averiguaciones previas iniciadas por lavado de dinero, cuatro corresponden a 2012, dos a 2013 y una más en 2014.
HUACHICOL
Pero si un delito creció de manera exponencial en ese sexenio de la ignominia es, fue el robo de combustible, las cifras más recientes dadas a conocer por Petróleos Mexicanos hablan de que para septiembre de 2016 fueron mil 145 la tomas clandestinas registradas, mientras que en el último año del sexenio pasado, es decir en 2010, la paraestatal registró 49 casos, lo que significa que con esas cifras el incremento es de 2 mil 236 por ciento, y aún falta por contabilizar el último trienio del año. En 2017, el porcentaje creció a 3 mil 23 por ciento. La región que colinda con Veracruz se llenó de violencia y crimen.