DIEGO GARCÍA RAMÍREZ
Miles de estudiantes de la BUAP y la UPAEP marcharon desde sus universidades hasta concentrarse en el Paseo Bravo y de ahí dirigirse a Casa Aguayo, exigiendo justicia por el asesinato de tres estudiantes y un operador de UBER, sucedido en San Ana Xalmimilulco, Junta Auxiliar perteneciente a Huejotzingo.
El escándalo es nacional y pone en entredicho la prevención y aplicación de justicia.
Pidieron ser recibidos por el Gobernador Miguel Barbosa Huerta, para entregarle un pliego petitorio.
Es pertinente aclarar que algunos estudiantes entrevistados declararon que la movilización fue por iniciativa de ellos; que no fueron mandados ni obedecen consignas como se ha querido desvirtuar.
Los informes preliminares de la Fiscalía General del Estado, dicen que probablemente el motivo del crimen fue el robo de vehículo; sin embargo, el carro UBER ahí quedó, así como el de los presuntos homicidas. Otro hecho indignante es que los jóvenes recibieron el tiro de gracia.
Asimismo, la dependencia, al parecer detuvo a tres posibles involucrados en los sangrientos hechos, aunque habrá que comprobar que son responsables.
Las víctimas que responden a los nombres de Francisco Javier Tirado Márquez, estudiante de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP); Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada Cerpa, estudiantes de intercambio de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP); y Josué Emanuel Vital Castillo, de 29 años de edad, conductor de la plataforma UBER, habrían ido el domingo 23 de febrero al carnaval de Huejotzingo y nunca más regresaron a sus hogares.
Todos ellos fueron localizados por sus familiares a través del sistema GPS de sus celulares.