La historia reciente de Hungría no registra grandes protestas.
De hecho, los húngaros suelen apoyar en gran medida las políticas del partido en el poder desde 2010, el conservador nacionalista Fidesz-Unión Cívica Húngara.
Algunos dicen que incluso cuando cayó el Comunismo en el país, los húngaros tomaron las calles en mucha menor medida que los polacos o los alemanes del bloque del Este.
Pero esta última semana miles de personas han salido a las calles de Budapest -la capital del país- para registrar su descontento hacia una polémica nueva ley, aprobada por el Parlamento el pasado miércoles.
Los húngaros le llaman la “ley de esclavos”.