- El señor Genaro, de 59 años de edad, se encontraba laborando cuando una prensa le atrapó la mano y parte del antebrazo; el primer pronóstico era una amputación.
- El paciente perdió la mitad del hueso del radio, dos dedos, los músculos, tendones y ligamentos, Gracias a la capacitación del equipo multidisciplinario del HTO pudo volver a tener movilidad en su mano.
Equipo multidisciplinario de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Hospital de Traumatología y Ortopedia (HTO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación Puebla, salvaron la mano y funcionalidad de don Genaro de 59 años de edad, que derivado de una accidente laboral, una prensa le atrapó la mano, así como parte del antebrazo, donde por la fuerza de la maquinaria en una primera instancia los pronósticos clínicos indicaban una amputación.
Don Genaro narró que se encontraba en el área de maquinaria de prensas de su trabajo de autopartes el 08 de junio de 2019 aproximadamente a las 9 de la mañana. “Fue un descuido y creí que la prensa iba a parar, estaba con el supervisor, para sacar una pieza metí la mano y me alcanzó una parte del buje. Cuando llegué a urgencias del hospital me dijeron que ya no se podía salvar mi mano, de lo poco que escuché, porque estaba casi inconsciente por el dolor”, señaló.
Francisco Morales Flores, director general de la UMAE, refirió que en primera instancia los pronósticos no eran favorables ya que el incidente ocasionó que el paciente perdiera la mitad del hueso del radio (hueso que se encuentra muy cerca de la mano), dos dedos, los músculos, tendones y ligamentos. Sin embargo, al ser valorado por el área de cirugía, el diagnóstico cambió por lo que se procedió a colocarle un segmento (prótesis) y clavos para fijarle la parte que aún se conservaba.
Por su parte, Mary Luz Jiménez González, cirujana plástica de la UMAE, Hospital de Traumatología y Ortopedia, expresó que don Genaro llegó por aplastamiento industrial y, ante tal eventualidad, procedía a una amputación. Sin embargo, al valorarlo detectó que tenían movimiento todos los dedos, tanto flexión y extensión, limitados por fracturas de falanges, pero el movimiento se tenía, por lo que se descartó tal amputación.
“No contaba con un hueso llamado radio, que es el que le da estabilidad a la muñeca, sólo contaba con el cubito para preservarle la mano y dejarlo lo más funcional posible, por lo que se reutilizó el hueso llamado cubito para darle el sostén y estabilidad a la mano”, así lo expresó la cirujano plástico.
Jiménez González realizó otra intervención donde se dio movilización del cubito hacia el centro de la muñeca y colocó la placa de reconstrucción para dejarla fija, técnica llamada artrodesis funcional y se rescató la funcionalidad de la mano. Ya con el esqueleto estabilizado se procedió a la reconstrucción de los tejidos blandos, aunque por necropsia se perdió el tercer dedo y el segundo, sólo conservó el pulgar, el cuarto y quinto dedo.
De manera que él podrá hacer pinza con éstos dedos para hacer sus actividades básicas de la vida diaria: bañarse, cepillarse los dientes, comer…”, así lo expresó la cirujana plástica.
La siguiente intervención fue un colgajo abdominal para darle cubierta al hueso, con el fin de darle relleno a lo ya reconstruido del cubito y de la muñeca. Tuvo la mano pegada al abdomen durante un mes, después se liberó ese colgajo, se preservó, y se mandó al servicio de rehabilitación.
La cirujana plástica del nosocomio refirió que después del tratamiento de rehabilitación se ha notado mejoría en la flexión de la mano y de los dedos, que tiene una función de pinza gruesa; “todo por lo que pasó valió la pena, en el sentido de que conservó su mano, sus funciones propias y realiza sus actividades personales”.
Por su parte Morales Flores reseñó que como parte de la inspección y lo que permitió salvar la extremidad es que no hubo infección y más daño vascular, por ello, se intentó la recuperación.
Asimismo indicó que se realizó un tercer procedimiento para realizar una cobertura cutánea, debido a que se colocó una placa y a que se perdió el 80 por ciento de la piel del brazo distal, por ello se realizó una técnica, por parte del área de cirugía plástica, conocida como marsupialización, que consiste en levantar un fragmento de la piel abdominal; con la grasa y piel del abdomen cubren este defecto cutáneo del antebrazo, que en un mes se debe adherir.
“Estoy muy agradecido y felicito a todos los especialistas por la gran atención, a las enfermeras, a los médicos y creo que ya voy a librar mi mano. Ya tengo movimiento suficiente en los dedos y sí estoy convencido de salir adelante, qué bueno que el director intervino y que hicieron lo posible para que no perdiera la mano”, concluyó don Genaro Santiago Cruz.
Finalmente, el Director del Hospital de Traumatología y Ortopedia, explicó que la última parte de este procedimiento es la rehabilitación de la mano, para darle función a los tres dedos que le quedan y así pueda reincorporarse a su vida laboral, con las limitaciones que esto implica.