Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga se reconcilian en Bellas Artes

Diario ABC Puebla

Bajo los reflejos dorados del telón vitral del Palacio de Bellas Artes y el eco de los aplausos, “Amores perros” volvió a rugir, 25 años después, frente a un público que la celebró no como una película, sino como una herida colectiva.

Entre emociones, reencuentros y acordes en vivo, la cinta de Alejandro González Iñárritu, que marcó el renacimiento del cine mexicano a inicios del milenio, fue homenajeada con una proyección especial y un concierto íntimo de Gustavo Santaolalla, compositor de su banda sonora original.

La noche fue un viaje de regreso al año 2000, cuando “Amores perros” se estrenó en Cannes y encendió una nueva era para el cine nacional.Con su estructura coral, su lenguaje áspero y su retrato crudo de la Ciudad de México, la película transformó la forma en que el mundo veía a los cineastas mexicanos.

“’Amores perros’ fue un acto de fe, de locura, sin expectativas, sin algoritmos ni cálculos racionales. La hicimos con inocencia, y eso es lo más poderoso que hay. Hoy ya no es mía ni de nadie; pertenece a la memoria colectiva de este país. Es un mosaico de un México en trance, de belleza, desigualdad, ternura y violencia. Un país perro lleno de amor”, dijo Iñárritu desde el escenario.

Estrenada en el año 2000, “Amores perros” fue la ópera prima de Iñárritu y la primera parte de la llamada Trilogía de la Muerte, junto a “21 gramos” y “Babel”. Su estructura coral, fragmentada en tres historias conectadas por un accidente automovilístico, reflejaba con crudeza la vida en la Ciudad de México: el amor, la violencia, la desigualdad y la lealtad llevadas al límite.

Los perros, presentes en cada relato, se convirtieron en un espejo de la condición humana: fieles y feroces, nobles y salvajes. La película llevó a México de regreso al Oscar después de 25 años de ausencia, ganó el Premio de la Crítica en Cannes y arrasó con once Premios Ariel. Su éxito internacional cambió el rumbo del cine nacional y abrió el camino para una generación de cineastas que conquistaría Hollywood.

“Volvimos a ser hermanos”: el reencuentro entre Iñárritu y Arriaga

El momento más conmovedor llegó cuando Iñárritu interrumpió su discurso para invitar al escenario a Guillermo Arriaga, el guionista con quien no hablaba desde hace más de dos décadas.

“Hace 20 años hubo una fractura, una separación dolorosa. Pero esta coyuntura ha sido el marco perfecto para dejar nuestras diferencias atrás y reencontrar ese cariño profundo que siempre compartimos”, expresó el director.

El público se puso de pie. Arriaga subió al escenario y, con voz entrecortada, respondió:

“En momentos de vida profunda siempre hay posibilidad de reconciliación. Es hermoso que este señor y yo estemos juntos de nuevo, como lo que siempre fuimos: hermanos.”

El soundtrack que marcó al cine mexicano contemporáneo

Otro de los grandes pilares de “Amores perros” fue su soundtrack, curado por Lynn Fainchtein, que capturó la esencia sonora de la Ciudad de México de finales de los noventa. La selección incluyó a figuras como Café Tacvba, Control Machete, Ely Guerra, Julieta Venegas, Titán, Zurdok y Nacha Pop.

Con el tiempo, ese álbum se convirtió en uno de los soundtracks más emblemáticos del cine mexicano contemporáneo, y consolidó el vínculo entre el rock latino y la narrativa cinematográfica.

Después de la proyección, el compositor argentino Gustavo Santaolalla tomó el escenario con su ronroco en mano para ofrecer un breve pero poderoso concierto con música de “Amores perros”, “Babel” y “21 gramos”. El ganador del Oscar recordó que aquella película fue su punto de partida como compositor de cine.

“Qué noche tan especial. Me siento muy feliz de estar aquí. Esta fue mi primera película, la que me marcó para siempre. Aprendí muchísimo de Alejandro, que sigue siendo para mí un faro. Muchas cosas que aprendí entonces las sigo usando hoy. Le debo mucho a esta historia”, dijo.

Santaolalla dedicó la presentación a Lynn Fainchtein, curadora musical de “Amores perros”, quien, dijo, “sigue siendo la responsable de que yo haya conocido a Alejandro”.

Con su característico tono pausado, el músico habló de la película como “una obra colectiva” y agradeció “a toda la gente que hizo posible esta increíble aventura”.El compositor invitó al escenario a Emmanuel “Meme” del Real, miembro de Café Tacvba, a quien presentó como “uno de los artistas más grandes del planeta” y con quien mantiene una relación creativa de años.

“Quiero invitar a alguien muy especial, con quien tengo el privilegio de trabajar desde hace mucho tiempo”, dijo el compositor. “Es parte de un grupo legendario, pero ahora también está presentando su primer proyecto como solista. Les presento a Don Emmanuel Meme del Real.”

Meme, cuyo primer álbum solista fue producido por el propio Santaolalla y lanzado en 2025, recibió una ovación al subir al escenario. Juntos interpretaron “Aviéntame”, el tema de Café Tacvba que formó parte del soundtrack original de “Amores perros”.

La canción, compuesta a partir de una idea de Iñárritu, cerró la noche entre aplausos, lágrimas y gritos de “¡Bravo!”.

“Una de las ideas de Alejandro era invitar a músicos a ver la película para que se inspiraran. De ahí nació esta canción. ‘Aviéntame’ nos pertenece a todos los que alguna vez fuimos tocados por esta historia”, recordó Santaolalla.

La gala culminó con la proyección de la versión restaurada de “Amores perros”, que llegará a los cines el 9 de octubre y a la plataforma MUBI el 24 del mismo mes, con color supervisado por Iñárritu y Rodrigo Prieto y mezcla de sonido surround 5.1.

Con información de El Universal

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