El amor no solo se vive en canciones o películas; la ciencia ha demostrado que estar enamorado o mantener vínculos afectivos cercanos puede generar cambios positivos en nuestro cuerpo y mente.
De acuerdo con la Universidad de Harvard, las personas que disfrutan de relaciones estables y de calidad tienden a vivir más años y con mejor salud. Los lazos afectivos sólidos ayudan a reducir los niveles de estrés, mejorar la presión arterial y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Por su parte, la American Psychological Association (APA) señala que el contacto físico y emocional libera oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, que fortalece la confianza y la empatía entre las personas. A la par, el cerebro produce dopamina y serotonina, sustancias químicas que influyen en la sensación de placer y bienestar.
Un estudio publicado en la revista Psychoneuroendocrinology incluso reveló que quienes mantienen relaciones amorosas saludables presentan un sistema inmunológico más fuerte, lo que ayuda a combatir infecciones y a recuperarse más rápido de enfermedades.
En resumen: el amor no solo hace palpitar el corazón… también lo protege y contribuye a un mayor bienestar integral.
Diario ABC Puebla