Impulsar un modelo de desarrollo inclusivo es un reto para la transformación, el cual debe incluir tecnología, cuidar a los ecosistemas y al medio ambiente, para garantizar un mundo mejor para las futuras generaciones; consolidando un modelo que busque disminuir la desigualdad y llevar a cabo una distribución de la riqueza de forma más equitativa, con la finalidad de aprovechar los recursos de manera más racional en beneficio de los poblanos.
Este enfoque nos lleva no cerrar las puertas a nadie y hacer del sector empresarial un área de oportunidades para todos, cuyo sistema sea diferente a los modelos extractivos y neoliberales, en donde la explotación de los recursos naturales se lleva a cabo de forma irracional.
No se plantea un modelo en donde se les quite a los ricos, sino un modelo para asegurar un desarrollo sostenible con un especial enfoque de reducir la desigualdad, atendiendo a quienes más lo necesiten, planteamiento que, lo mismo da para el sector productivo como el órgano gubernamental, el cual hoy vemos sustentado en la Cuarta Transformación que significa atender al pueblo y tener los derechos sociales y humanos en el centro de las atenciones.
En su momento, en el Senado de la República hubo esfuerzos significativos para frenar el saqueo fiscal y energético del país, “se combatieron a las empresas fantasmas, más de 2.5 billones de pesos, se justificaba a través de la publicación del uso de facturas, no facturas falsas, sino facturas que acreditaban obras inexistentes que implicaba todo un saqueo institucional al erario público, de manera brutal.
Otro de los puntos en los que hay que trabajar de manera asertiva, radica en la importancia de la soberanía energética y la inversión en la industria petroquímica, como ejes clave para el desarrollo del país, en lo que se involucra Puebla, en algún momento tenemos que ir por el desarrollo de la industria petroquímica que es el gran negocio los derivados del petróleo y los derivados de litio.
Para este proceso de desarrollo, y generación de empleo y distribución equitativa de la riqueza, la seguridad es crucial para atraer y garantizar inversiones, crear un entorno seguro y próspero como función primordial y esencial para todos, incrementa la confianza y propicia la derrama económica en los sectores de servicios.
Para que esto se traduzca en una acción efectiva, los planes y programas deben estar focalizados y dirigidos a una coordinación con el proyecto de nación en materia de seguridad del gobierno federal para hacer un equipo, para garantizar la seguridad.
Si queremos que Puebla, se coloque y consolide como el punto nodal de conexión entre los estados del sur y el norte, y el Golfo y el Pacifico, se debe de aprovechar el espacio de oportunidad que va a abrir el Tren Interoceánico, en el que se debe de trabajar en los sectores productivos, para impulsar las exportaciones, el sector turístico para incrementar la derrama económica en los Pueblos mágicos, además de consolidar el atractivo gastronómico en las regiones, junto con las tradiciones y todo el sector productivo industrial y artesanal.
La importancia de la inversión se debe poner en infraestructura y la generación de empleo como medios para combatir la pobreza y promover el desarrollo con acciones concretas en medidas para garantizar la seguridad en autopistas y carreteras, así como la mejora de la infraestructura de vigilancia y la coordinación con las fuerzas de seguridad estatales y federales.
Planes y programas en los que, sin duda, habrá una participación de la ciudadanía, y todos los sectores, para hacer de Puebla un sector de alto nivel para todos.