Henry Sánchez Ortiz
El Ayuntamiento de Puebla ha cruzado la línea al obligar a sus trabajadores a darles sus credenciales de elector sin motivo alguno aparente y afiliarse al PSI.
Además de ser obligados a participar en brigadas a favor de Eduardo Rivera, candidato a la gubernatura de Puebla, y Mario Riestra, candidato a la Presidencia Municipal de Puebla, por la coalición PAN-PRI-PRD-PSI.
Estas prácticas, completamente ilegales y contrarias a los derechos laborales de los trabajadores, reflejan el autoritarismo y la falta de ética de la actual administración municipal, el cual encabeza el lacayo de Eduardo Rivera, Adán Domínguez.
Es inaceptable que se utilice el poder y la influencia del gobierno local para coaccionar a los empleados públicos a actuar en favor de ciertos candidatos políticos, violando su derecho a la libre expresión y a la libertad de asociación.
Estas acciones demuestran una clara intromisión del gobierno en la vida política de sus empleados, con el objetivo de manipular su voto y beneficiar a determinados candidatos.
Es fundamental que se respeten los derechos laborales de los trabajadores y que se garantice su libertad para decidir en qué actividades políticas desean participar. El Ayuntamiento de Puebla debe ser un ejemplo de transparencia, respeto y legalidad, y no un instrumento al servicio de intereses partidistas.
Es necesario denunciar y condenar estas prácticas abusivas que atentan contra la democracia y la dignidad de los trabajadores. Los ciudadanos de Puebla merecen un gobierno que respete sus derechos y que trabaje en beneficio de todos, no solo de unos cuantos.
Es momento de exigir un cambio y de no permitir que se vulneren los principios democráticos por intereses políticos mezquinos.