Para nadie es un secreto que en la vida existen muchos factores que de un momento a otro, nos pueden llevar a enfrentar una discapacidad. Es importante destacar que muchas de las causas están centradas en accidentes, enfermedades o una edad avanzada, así como por enfermedades degenerativas.
De acuerdo con cifras del Consejo Estatal de Población, en un estimado de un millón de personas, hay un promedio de 687 mil 290 pobladores que en nuestro estado enfrentan diferentes discapacidades que afectan en una o gran medida su vida cotidiana.
Entre las principales afectaciones se encuentra la vista y la movilidad, como las más comunes, con 427 mil 503 personas afectadas visualmente y otros desafíos en el desplazamiento.
Representando con esto, un 33.71% de los casos y de esto podemos decir que, en el estado de Puebla, el 64.5% de las discapacidades son moderadas o leves, el 28.2% son severas y el 6.6% corresponde a problemas mentales.
Esta realidad demanda una atención especial, en el nuevo rumbo que buscamos para nuestro estado debemos priorizar estrategias que fomenten el acceso y las condiciones para proveer de espacios necesarios y acondicionados para lograr que las personas con discapacidad ejerzan sus derechos y se promuevan las políticas públicas inclusivas.
El estado de Puebla, es una entidad incluyente en el que se unen esfuerzos y por ende imperante, que entre todos, sumemos un granito de arena, para poder contribuir a un cambio sustancial para ellos, ya que según el informe de evaluación de la política de desarrollo social en 2018, es esencial contar con instalaciones educativas y espacios de trabajo accesibles, establecer un sistema de protección social para personas con discapacidad permanente e identificar acciones clave para fortalecer el acceso a sus derechos sociales.
Es muy importante este tema, porque como ustedes saben para el gobierno de la República el tema de la inclusión y el tema de la discapacidad paso de ser un programa de gobierno a una acción pública, a una política de Estado, con acciones permanentes y crecientes para que tengan impacto.
Pues se debe tener en claro, que no se pueden anteponer los derechos de las personas, por los intereses económicos de las empresas, en donde se realizan y diseñan accesorios y artículos que les permiten desarrollar sus actividades en el día a día.