Levantó la mano izquierda Alejandro Armenta y rindió protesta.
No se equivocó.
Quizá algunos observaron extrañados, ligando el gesto a su inclinación ideológica, sin saber, quizá, que en los países democráticos se puede levantar cualquier brazo; México, lo es, aunque la democracia esté en un proceso permanente.
Ya es candidato de Morena, el Verde, PT, PANAL y Fuerza por México, coalición poderosa que se impondrá a los maltrechos PAN, PRI, PRD y PSI. El pueblo repudia a estos partidos opositores sumidos en la descomposición política y social.
¡Armenta, será gobernador después de ganar la elección del 2 de junio!
La certeza ciudadana es irrefrenable, como incuestionables son los números de todas las encuestas nacionales que dan entre 24 y 32 puntos de ventaja al senador.
El destino está escrito.
Dios lo cubre con su manto eterno; el espíritu de su mamá Cristy y de su abuelita Cholita, lo cuidan, refrendando en su conciencia los valores y principios asimilados; el esfuerzo y perseverancia de su papá Rafael, los aplica y multiplica en su carrera política que ha reforzado aprendiendo en el campo, en la sabiduría política y en las aulas educativas; su esposa Cecilia y sus hijos Ceci, Cristi y Alex, son el soporte familiar y el impulso para hacer realidad sus sueños.
Al mediodía de hoy, soplaron otros aires en el salón San Francisco del centro de convenciones, pues 143 consejeros de Morena votaron de manera unánime por la candidatura de Alejandro Armenta, entre el aplauso del Gobernador Sergio Salomón Céspedes, quien auguró para Puebla la llegada de mejores tiempos con el senador; Claudia Rivera Vivanco, Rosario Orozco Caballero, Olivia Salomón, Elizabeth García Vilchis, Olga Lucía Garci Crespo, Julio Huerta, Ignacio Mier Velazco, Rodrigo Abdala, atentos al mensaje; los líderes del PT, Verde, PANAL y Fuerza por México, Liz Sánchez García, Jaime Natale, Emilio Salgado Néstor y Maiella Gómez Maldonado, respectivamente, solidarios; Agustín Guerrero y Andrés Villegas, de buen talante.
La convocatoria a la unidad prevalece.
Viendo la escena, no quise imaginar simulación en algunos de los mencionados; hay que confiar sin caer en la ingenuidad.
Muestra de lealtad irrefutable sin la menor duda, Tommy, que se paseaba por los pasillos laterales del salón San Francisco.
Los reporteros por docenas tomaban fotos, grababan y apuntaban lo que les pareció trascendente. Muchos de ellos no lo hacían antes al estar ocupados en otras trincheras.
Los inadaptados no se aparecieron, mandaron a sus correos.
Mientras, los traidores elucubran una forma de amortiguar la caída para que no les duela la derrota que se vislumbra en menos de 4 meses. Invocan a sus dioses paganos y se entregan a la secta de “El Yunque” que ampara al toluqueño Eduardo Rivera Pérez.
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Periodismo con Historia
*(ABC Puebla)
Por: Miguel Ángel García Muñoz