Sirvió de rodillas a Rafael Moreno Valle Rosas, igual que el toluqueño Eduardo Rivera Pérez. Hoy, lo niega y se dice falsamente perseguido por el morenovallismo.
Esconde ingratamente los beneficios que recibió durante el marinismo y el impulso a su incipiente carrera política. Reniega como buen malagradecido.
Junto con su papá, Isidro Camarillo, siendo priistas, recibieron 15 millones de pesos para operar dentro del PRD desde la región de Quecholac a favor de Antonio Gali Fayad en 2016 y luego otra tajada en 2018, atrayendo simpatizantes que reforzaron el fraude que convirtió en gobernadora a Martha Erika Alonso Hidalgo.
En 2020, su papá Isidro, mi amigo, me confió la gran relación que tenía con Enrique Doger Guerrero y que todo estaba arreglado para que Néstor llegara a la dirigencia del PRI, dándole una patada a Lorenzo Rivera Sosa, quien pretendía repetir como líder del tricolor, pues había hecho un buen papel.
Isidro, me dijo que tuvo que soltar dinero y aceptar que el verdadero operador del PRI en Puebla fuera Doger. No habría consulta a la base ni tampoco reunión del consejo político. Sería en la oficina de Alejandro “Alito” Moreno donde rendiría protesta en una imposición burda que indignó a casi todos.
Sabía Isidro de mi profesión, por eso me pidió que no escribiera nada y que, si alguna vez lo hacía, sería porque él ya no estuviera. Le cumplí como amigos; la pandemia se lo llevó. No acostumbró a divulgar el nombre de mis fuentes; esta vez tengo la autorización.
Lorenzo Rivera Sosa, fue designado delegado en Morelos y su hijo Lorenzo Rivera Nava es alcalde de Chignahuapan, quien seguramente se está arrepintiendo de respetar a Néstor, posar con él para la fotografía y confiar a sabiendas de que también puede ser acuchillado por la espalda.
Lorenzo Rivera Nava, tuvo que haberse definido entre su línea política priista y la lealtad a su padre, porque no fue menor la jugarreta de que fue objeto.
No sé en qué momento Néstor y Doger se pelearon o están fingiendo, pero ambos han hecho declaraciones punzantes destrozando mutuamente sus escasos bonos de honestidad y profesionalismo, denotando su afición por la infidelidad.
Solo en la cámara de diputados local, no le importa a Camarillo Medina, a sabiendas que ha negociado su posible incursión en el senado, mientras el PRI se desmorona. Si cree que con la ayuda de José Juan Espinosa saldrá adelante, se equivoca, quizá el mañoso ex alcalde de San Pedro Cholula termine por convertirse en presidente del tricolor.
El arribo del nuevo delegado general en Puebla, Roberto Padilla Márquez, no mitiga el desastre en el PRI, por el contrario, lo han engañado con información manipulada, llevándolo a declarar que hay un traidor atrás del magullado PRI. “Voy llegando y no tengo el nombre, pero seguro daré con él para fusilarlo políticamente”, dijo el valentón, ignorando que el traidor al que se refiere se llama Néstor Camarillo Medina.
POSDATA: Enojados, un grupo de priistas me decían que el diputado solitario y mediocre presidente del PRI en Puebla, Néstor Camarillo Medina, es un bufón.
Les respondí que Néstor nada tiene de gracioso para llamarlo así, es más adecuado calificarlo como lo que es: ¡Un traidor a su partido y a sus militantes!
Es inaudito escucharlo acusando a Jorge Estefan Chidiac, a legisladores poblanos y presidentes municipales, de traición al Revolucionario Institucional por haber renunciado a su militancia, en lugar de reconocer que se ha aprovechado de su posición para negociar candidaturas y apropiarse de la propia que lo podría llevar al senado, sin merecimientos ni capacidad política, propiciando la desbandada que tiene en peligro al Partido de perder su registro en la próxima elección.
POSDATA 2: ¿Hasta qué punto el doctor Enrique Doger Guerrero está actuando con decencia política en su intento de filtrarse en el ánimo de Morena y la ola armentista?
Yo, no confiaría; es que… ya se verá. También nos habremos de percatar del comportamiento de los fichajes que jugaron por otro lado y ahora se forman esperando una nueva oportunidad.
De algo estoy seguro: algunos, solamente algunos, valen la pena y están decididos a aportar su capacidad y talento. Ya hablaremos de eso.
POSDATA 3: El nombre del exgobernador Mario Marín Torres está saliendo a la palestra. La idea es de los desestabilizadores, de los mal intencionados y de aquellos que sirven al pillo Eduardo Rivera Pérez. Se niegan a contar la historia real, sin inventos. Yo recordaré los hechos que echan abajo los argumentos de los oportunistas y de la propia Lydia Cacho.
Lo hice en los momentos de tormenta, cuando Enrique Doger encabezaba a los jinetes del apocalipsis que añoraban la caída de Mario Marín a partir de 2005.
Nada hay que esconder.
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