*(Diario ABC Puebla)
Por: Geppetto
Habría que revisar la carrera política del diputado plurinominal, Ignacio Mier Velazco, conocido como el protector de delincuentes, para darse una idea de su baja estatura moral que corona con la traición que ejercita con desvergüenza.
Durante años se presentaba como licenciado en Administración de Empresas y así firmaba siendo secretario general del ayuntamiento de Puebla, durante la administración de Enrique Doger Guerrero. Tuvo que curarse en salud al estallar el escándalo contra la ministra Yasmín Esquivel, acusada de plagio, aceptando que nunca se graduó porque esa práctica la considera un fraude.
Porfirio Muñoz Ledo, antes de morir, lo señaló de haber comprado su lugar en la Cámara de Diputados y de haber participado en la conspiración para hacerlo a un lado del legislativo.
“Ahí supe quién era Ignacio Mier, a quien nunca había visto en mi vida y para que le sirve el dinero”, diría el formidable político.
Traicionó a Morena en 2018 al haber operado a favor del PAN, PRI y PRD que manejaba Rafael Moreno Valle Rosas, beneficiando el triunfo de Martha Erika Alonso Hidalgo. Su desprestigiado periódico Cambio y su director, el extorsionador Arturo Rueda Sánchez, le sirvieron de comparsa. Rafael, era enemigo jurado de Andrés Manuel López Obrador.
Casi nadie conoce en el Estado de Puebla a Ignacio Mier. Ha querido ganar la voluntad del pueblo pagando 24 millones de pesos al mes por 600 espectaculares. Así no se conoce en pensamiento y acción a un político o aspirante a un cargo de elección popular.
Es considerado como uno de los promotores de la guerra sucia que impera en Puebla, previo a la encuesta de Morena que elegirá al coordinador estatal para la defensa de la cuarta transformación.
Le molesta que le digan protector de delincuentes. ¿Acaso no protegió al violador diputado federal Saúl Huerta Corona y a su socio, amigo y cómplice extorsionador, Arturo Rueda Sánchez?
Los informantes anónimos aseguran que ya negoció la entidad poblana a cambio del voto de ayuntamientos, políticos, empresarios y seudo periodistas, en un acto ilegal, corrupto, advirtiendo que es el bueno en las encuestas que, por cierto, no le favorecen.
Su baja estatura moral y su fama de ser un político sin escrúpulos que gusta de la mentira y la traición, le hacen ganar con honores el PREMIO PINOCHO Y SU CORCHOLATA DE PATO PASCUAL, POR MENTIROSO.