Llegó la señora Rosario Orozco Caballero a Casa Aguayo. El acceso no era franco como antaño.
Las oficinas ya no eran ocupadas por su esposo Miguel Barbosa Huerta, sino por el sustituto que a todo había dicho que sí, ganándose la confianza de ser perfilado rumbo a 2024; sin embargo, inesperadamente se apagó la chispa del oriundo de Zinacatepec, adelantándose acontecimientos sorpresivos.
Sergio Salomón Céspedes, fue ungido por mayoría en el Congreso del Estado mediante un acuerdo cameral del que hoy varios no quieren acordarse. Hubo promesas, pactos, acuerdos; hoy, también surgen los desacuerdos, la desilusión y las frustraciones.
Ignacio Mier Velazco, quiso adueñarse de la gubernatura con la intervención del draculesco Adán Augusto López Hernández, tratando inútilmente de imponer a Enrique Doger Guerrero, terminando por desacreditar a Salomón Céspedes. A pesar de esto, hoy, no sé cuál sea el alcance de su relación que tiene destellos extraños y levanta sospechas. Ojalá sea una simple percepción producto del ajetreo político.
Los detectives fantasmales que vigilan lo que alguna vez fue conocida como “La Marranera”, recuerdan que la presencia de doña Rosario, en esa ocasión, fue para reclamar, como ahora, el trato que se estaba dando a la administración de su esposo Miguel Barbosa, desconociéndose la auditoría reciente que había culminado bien, incluyendo al DIF estatal, ordenándose una nueva que ahora está filtrándose para manchar al barbosismo y achacarle, incluso, los malos manejos de Rafael Moreno Valle Rosas, Antonio Gali Fayad y Guillermo Pacheco Pulido, además de funcionarios que manejaron dinero y cuentas que tienen que solventar de acuerdo a su responsabilidad.
Esos detectives embozados refieren: “El griterío fue grande”.
“Personal que a esas horas laboraba fue desalojado evitando los testigos. No fue posible; siempre quedan ojos que ven y oídos que escuchan; hasta las paredes registran ecos que sirven como evidencia”.
“Escuchamos hablar de la desaparición de dinero y manipulación de documentos; de ingratitudes; de engaños; de traiciones, de mentiras. La indignación fue enorme porque la doña sabía que empezaba la denigración de la imagen de su esposo y hoy lo corrobora, participando periodistas corruptos al servicio del mejor postor y políticos que luchan por arrebatar el poder que les permita actuar entre la impunidad y la perversión”.
¿Cuán fue el fondo de esa visita de la señora Rosario al mandatario de Puebla?
No falta mucho para saber detalles concretos.
Por lo mientras, este día, Rosario Orozco Caballero sube a sus cuentas personales en las redes sociales el trato ignominioso que se da al gobierno de su esposo Miguel Barbos Huerta; la ignorancia y mala fe con que se ha manipulado el asunto de un supuesto socavón financiero que se investiga; las malas artes de administraciones anteriores que endeudaron el Estado; las cuentas públicas que fueron aprobadas y se quieren desconocer; el intento de limpiar la suciedad de gobiernos panistas que conformaron el morenovallismo presto a resurgir aunque esté plagado de pillos; la mala fe de funcionarios que deben explicar su trabajo.
El texto es grande y da para mucho.
El Diario ABC Puebla lo reproduce en su portal.
POSDATA: Por todos lados aparece la servidumbre del protector de delincuentes, Ignacio Mier Velazco, hurgando a ver qué le encuentran al senador Alejandro Armenta, obedeciendo a su desesperación de verse en desventaja en todas las encuestas serias y profesionales.
No hay forma de alcanzar a Armenta, quien tiene su mejor soporte en la voz, conciencia y voluntad de millones de poblanos.
POSDATA 2: El que José Luis García Parra “El Choco” tenga un automóvil de lujo y viva bien, es un asunto personal. Casos como este existen por millones en México y quizá no comulguen con la austeridad republicana, pero no es delito mientras la abundancia sea bien habida. Sin embargo, ha servido a la jauría de Mier Velazco para lanzar tarascadas. Si quiere averiguar, que le pregunte directamente a él y listo.
Todos tienen que responder por sus actos personales, incluido Ignacio Mier Velazco, porque es un misterio de dónde sacó docenas de millones de pesos para colocar espectaculares, pintar bardas, acarrear gente a mítines, pagar a medios de comunicación entre portales, periódicos impresos, radiofónicos, televisivos y repartir dinero entre los mercenarios cagatintas capaces de utilizar sus columnas que narran cuentos chinos y difunden encuestas falsas de estafadores.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx