Como un balde de agua helada cayó entre las huestes de Ignacio Mier Velazco y el morenovallismo que lo protege, la captura fresca en Estados Unidos de Eduardo Homero Tovilla Lara, ex subsecretario de Egresos durante los gobiernos de Rafael Moreno Valle Rosas, Antonio Gali Fayad y Martha Erika Alonso, acusado de enriquecimiento ilícito, desvío de recursos y creación de empresas fantasmas.
Mantuvo lazos de complicidad con Fernando Manzanilla Prieto, Eukid Castañón Herrera, Roberto Moya Clemente, Roberto Rivero Trewartha, Guillermo Bernal Miranda, Raúl Sánchez Kobashi y Enrique Robledo Rubio. Así como con Ignacio Mier Velazco, quien habría ordenado en 2020 al Auditor Superior del Estado y a la vez contador de su periódico Cambio, Francisco Romero Serrano, detuviera los arqueos a las finanzas públicas por así convenir a sus intereses, desatendiendo las instrucciones del entonces gobernador Miguel Barbosa Huerta de llegar hasta las últimas consecuencias.
Nunca, durante la era morenovallista, fue capaz el auditor estatal, David Villanueva Lomelí, señalar alguna irregularidad, a pesar de las observaciones por miles de millones de pesos que apenas cupieron en 150 carpetas de investigación, que extrañamente no se sabe en que escritorio están escondidas.
A pesar de que Guillermo Pacheco Pulido sabía de los alcances delincuenciales de Tovilla y su banda que lo cobijó, tampoco dijo nada y dejó que renunciara tranquilamente a la secretaría de Finanzas durante el gobierno interino de 2019, no obstante que la Auditoría Superior de la Federación informó que el funcionario formaba parte de las empresas de la “Estructura Maya” de Eukid Castañón, flamante recluso que opera desde las sombras parte de la estructura financiera de Ignacio Mier Velazco e incluso -se afirma- le fue ofrecida la coordinación de su campaña con la promesa que pronto saldrá libre al mismo ritmo que el extorsionador Arturo Rueda Sánchez.
Al respecto, sabe bien los entretelones Jorge Estefan Chidiac, al haber ocupado la cartera financiera en la secretaría de Finanzas con Pacheco Pulido; incluso, fue uno de los testigos de las auditorías practicadas que arrojaron números rojos con desfalcos monumentales, entre ellos en comunicación social donde despachaba el pillo Fernando Alberto Crisanto Campos, actual cabecilla en el manejo de medios de “Nachilinsky” Mier Velazco.
Otro implicado con Tovilla es Raúl Egremy Palomeque, director de administración durante la gestión de Rafael Moreno Valle Rosas, creador de la empresa Eco Desarrolladora Turística, S.A de C.V., dedicada a la construcción, llevando como socios a dos exfuncionarios, pero también empresarios distribuidores de automóviles, Santos Zanella Bretón y Juan Pablo Huerta Cruz, uniéndoseles un exfuncionario de pasado oscuro como Humberto Antonio Arellano Zazueta.
Por raro que parezca, meses después apareció Raúl Egremy como único dueño de la empresa, pues los demás renunciaron. Si algo más faltaba es que, éste era primo de Óscar Chapa Palomeque, quien fungiera como Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública en el gobierno interino de Pacheco Pulido, pero también habría trabajado en la secretaría de Finanzas, siendo detenido por la fraudulenta compra de uniformes de pésima calidad y, posteriormente, asesinado a golpes en la cárcel. Crimen que ha quedado en el olvido.
Desvío de dinero del erario, enriquecimiento ilícito, empresas fachadas y operaciones con facturas falsas, son los delitos imputados y nadie está limpio de los citados.
Con razón hicieron fiesta cuando ganó la gubernatura en 2018 Martha Erika Alonso.
Ignacio Mier Velazco y Arturo Rueda Sánchez, estaban metidos en el juego. El primero, negoció en 2015 no perseguir al segundo por el delito de extorsión en detrimento de Jorge Estefan Chidiac, a cambio de hablar linduras del morenovallismo, obtener un jugoso convenio publicitario y traicionar en la elección de 2018 al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
¡Cuánta farsa de Mier Velazco!, el diputado plurinominal que se muestra desesperado inventando encuestas que le favorezcan en su carrera por la candidatura de Morena al gobierno de Puebla.
No podía faltar otro “Mil Usos”, Jorge Benito Cruz Bermúdez, que estuvo en la SEP, el CAPCEE y en una magistratura del Tribunal Superior de Justicia, señalado por desviar recursos por 320 millones de pesos con facturas simuladas.
Para cerrar esta pequeña sinopsis, Jorge Aguilar Chedraui forma parte de la pandilla que malversó fondos públicos, siendo secretario de Salud, por mil 300 millones de pesos. Los señalamientos se hicieron desde el Congreso del Estado, donde fue diputado.
Actualmente, Aguilar Chedraui, está incluido en el equipo de Ignacio Mier Velazco, como tantos otros pillos que buscan hacerse del próximo gobierno estatal y borrar su pasado tortuoso.
POSDATA: En 2021, refieren mis fuentes, un remedo de periodista que responde al nombre de Gerardo Pérez García, arribó a la secretaría de Finanzas del gobierno de Puebla, llevando consigo unas cajas que contenían documentos y facturas apócrifas que justificaban el desvío de mil 300 millones de pesos de Jorge Aguilar Chedraui.
“Lo que usted está cometiendo es un delito”, dicen que le dijeron en la dependencia.
Por supuesto que los documentos tuvieron que haber sido revisados para saber de lo que se trataba.
Las cajas las dejaron en su domicilio como un regalo de Santa Claus o los Reyes Magos y su “honestidad” le obligó a entregarlas, donde, supuso, correspondían.
“No puedo divulgar mis fuentes; yo solamente vengo a entregar esto que me llegó”.
Es su gusto revolcarse en el chiquero.
Entre las frases favoritas de Pérez García, destaca: “Hay que hacer lo que sea por la chuleta”.
Sí, ya se sabe.
Falta por recordar otras de sus truculentas peripecias.
Gerardo Pérez García, es uno de los escribientes de Ignacio Mier Velazco.
La mugre con la mugre.
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