México es un país que tras la revolución comenzó a tener orden en todos los aspectos porque los anhelos del movimiento armado: tierra, educación y libertad, se mantuvieron intactos por muchos años.
Lo anterior permitió que se desarrollara una educación encaminada a lograr, primero, superar el rezago educativo, y después, a que cada uno de los mexicanos se desenvolviera plenamente. La creación de diversas instituciones logró la cobertura universal, vivienda digna para todos, entre otros beneficios.
El corporativismo cardenista tuvo entre sus grandes conquistas, recuperar los bienes nacionales que estaban en manos de extranjeros, que tuvieron su apogeo en la época porfirista, además, con el paso de los años se luchó decididamente para salir de un tipo de autoritarismo a través de la creación del Partido Nacional Revolucionario (PNR).
Con una visión liberal y democrática comenzaron a gestarse los cambios en la forma de ejercer el poder, las decisiones de un solo hombre se dejaron atrás para descentralizar la autoridad, aunque permanecía vigente una dictadura de partido.
Hombres ilustres como Jesús Reyes Heroles realizaron reformas para, por primera vez, reconocer la representatividad de las minorías políticas. Las modificaciones a la Ley permitieron consecuentemente la creación del organismo que organiza las elecciones con imparcialidad como el Instituto Nacional Electoral (INE), entre otros cambios.
Todos estos procesos permitieron llegar a 2018 con una democracia, con áreas de oportunidad, pero fuerte, la cual por segunda ocasión impulsaba una alternancia política. Eso también fue posible gracias a que la oposición política presionó en diversos momentos de la historia, para lograr una competencia equitativa, en la que se evitara la intromisión del aparato del Estado.
Parece que cuando la mal llamada izquierda mexicana llegó al poder olvidó las luchas emprendidas contra lo que siempre criticó, y hoy a través de leyes secundarias, los diputados de Morena y sus aliados, pretenden regresar al modelo de inequidad con el fin de permanecer en el poder.
La publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en el mes de diciembre de 2022 de la Ley General de Comunicación Social es muestra de la intromisión que pretenden realizar, mucho antes de las elecciones, los actores gubernamentales, ya que sus “manifestaciones” no serán propaganda.
A pesar de que varios partidos han interpuesto recursos de inconstitucionalidad por la medida tramposa, las reformas demuestran la incongruencia con la que siempre se ha conducido el hoy partido oficial, quien busca dinamitar el sistema democrático mexicano.