Alberto Jiménez Merino
Este 12 de diciembre de 2022, se realizará la primera conferencia y demostración de trasplante de embriones bovinos en la mixteca poblana, por parte del Doctor Salvador Romo García, Investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La cita es en Chiautla de Tapia, Puebla, y ha sido promovida por la Asociación Ganadera Local, la Unión Ganadera Regional de Puebla y el Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas (CIAT) Puebla.
El objetivo de esta demostración tecnológica es acercar a los ganaderos de las Mixtecas de Puebla, Morelos, Oaxaca y Guerrero, nuevas tecnologías reproductivas que permitan avances genéticos, más efectivos para la productividad pecuaria.
El trasplante de embriones permite en una sola acción avanzar 18 años en la mejora genética animal, al incorporar a los hatos la calidad que en este periodo solo se lograría a través de cruzamientos.
Recuerdo aún cuando estando entre ganaderos, en el año 1991, les pregunté “¿qué pedirían para mejorar su actividad?”, y coincidieron en el hecho de tener mejores áreas de pastoreo, mejores fuentes de agua, corrales para resguardo y manejo del ganado, apoyo contra enfermedades y parásitos, y, mejores sementales. Omitieron los servicios técnicos, el financiamiento y la comercialización.
La ganadería no ha estado en el centro de las políticas públicas porque se considera a los ganaderos como ciudadanos pudientes y porque los presupuestos públicos casi siempre se terminan con la atención de los cultivos básicos.
Tradicionalmente, la ganadería en las mixtecas es de subsistencia y se caracteriza por el libre pastoreo de animales en los montes para alimentarlos de la forma más barata posible. En muchos municipios existe el acuerdo de enviar el ganado a los cerros durante el periodo de siembra de cultivos y sólo traerlos cuando las cosechas se hayan levantado, aprovechando así los residuos, lo que coincide con la falta de agua en las zonas de pastoreo.
El resultado de esta práctica, aún arraigada, es el gran deterioro del suelo y las fuentes de agua por el sobre pastoreo que, durante décadas, se ha realizado. Pero también esta forma de alimentación ha derivado en baja productividad y dificultades para el manejo reproductivo, sanitario y genético.
Derivado de lo anterior y de experiencias obtenidas en otras partes del estado y del país, considero que el desarrollo ganadero necesita de mejores fuentes de alimento que sólo garantizan las praderas, los cultivos forrajeros y los métodos de conservación para épocas secas.
La falta de forraje para alimentar al ganado sigue siendo la mayor preocupación de los ganaderos durante la época de sequía, pero aún no se ha logrado que a las especies forrajeras se les considere como cultivos, igual que el maíz o el frijol de la dieta básica familiar.
Los forrajes son los alimentos más baratos para bovinos, ovinos y caprinos, y pueden significar impactos hasta de 38 por ciento en el número de partos anuales; 16 por ciento por la incorporación de praderas y, 22 por ciento por la forma de pastorear utilizando el cerco eléctrico para rotar los potreros.
La fuente de agua es fundamental para la ganadería. Por ello, apoyar la construcción de represas ha tenido un gran impacto regional. Tener corrales para resguardo y manejo del ganado es una gran ventaja para facilitar las labores que son imposibles en instalaciones rústicas.
La monta natural para la reproducción ha sido una práctica común. Una política de gobierno comúnmente aplicada relativa a este tema, es el dotar de sementales a las organizaciones ganaderas. Los mejores resultados a través de cruzamientos, se han logrado en periodos de hasta 18 años de trabajo constante.
Una técnica que ha facilitado y ayudado a la mejora genética es la inseminación artificial que, al igual que el trasplante de embriones, ha carecido de prestadores de servicios y apoyos para una ganadería de pequeños productores, poco organizada y con manejo tradicional a libre pastoreo en cerros y laderas.
Por todo lo anterior, y en acuerdo con la Asociación Ganadera Local de Chiautla de Tapia, surgió la propuesta de impulsar un Centro de inseminación artificial, trasplante de embriones y servicios técnicos pecuarios, que permita atender al ganado en un sitio preestablecido para facilitar el trabajo de los prestadores de servicios.
Es un largo caminar desde 1991 con la introducción del pasto llanero, en Tehuitzingo; la construcción de represas a partir de 1995; la aplicación de programas de tecnificación pecuaria, a partir del año 2000; la llegada del pasto Mavuno en 2020; los centros de inseminación artificial en 2021; así como la demostración de trasplante de embriones, en 2022.
En tareas como estas y otras, juntos seguiremos escribiendo historias de desarrollo para Puebla y las mixtecas.