De acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México asistieron a la marcha 1.2 millones de personas; y hubo saldo blanco.
Por otro lado, según lo constatado, la organización estuvo bien planeada y la multitud sí iba convencida y a celebrar con el presidente López Obrador los cuatro años de su gobierno.
Y en medio de esa –fiesta popular– el mensaje del Informe presidencial quedó en último término; lo primero fue el encuentro con la muchedumbre, durante un andar pausado de cinco horas por el primer cuadro del Centro Histórico; en que la gente dio muestras de cariño y respeto al mandatario; hasta gritaban que querían su reelección.
La escena vista ayer domingo en la marcha convocada por el presidente AMLO (quien consideró necesario salir a las calles, pues ya se estaba aburguesando, según lo dicho por él mismo en una conferencia mañanera) fue ciertamente de fiesta, júbilo, admiración y entusiasmo hacia el político con más arraigo social de las últimas décadas.
De las tres “corcholatas” mencionadas por el presidente, dos lograron la meta de caminar a su lado en medio de empujones y avalanchas humanas; y estos fueron Sheinbaum y Adán Augusto López; mientras que el canciller Ebrard optó por salir de los empujones y tomar camino aparte.
Con esta marcha quedó de relieve el arraigo social del presidente Obrador; un arraigo que no muestran las corcholatas ya apuntaladas por el mismo AMLO, ni los políticos aspirantes a la candidatura presidencial del 2024.
Por ello, es evidente que el refrendo de MORENA en la presidencia de México no está asegurado aún.
La marcha fue un éxito, se mantuvo el orden entre la multitud; no se registraron actos de violencia y menos aún de vandalismo, como se ha observado en marchas pasadas. Lo único que se destaca en esta fue el exceso de entusiasmo por ver, acercarse y/o tocar al presidente López Obrador, lo que podía desbordarse en cualquier momento. Afortunadamente prevaleció la prudencia y no pasó de empujones para lograr el objetivo.
Mier quedó mal pareado en la marcha
Sin duda uno de los peor parados en esta marcha de celebración de los 4 años del gobierno federal fue el coordinador de los diputados de MORENA, Ignacio Mier, quien no fue a la interparlamentaria México-España, celebrada este fin de semana en Madrid; para, en su lugar, participar en la marcha con un letrero obsceno que decía: No vine por mi torta, sino por mis… y en seguida un dibujo de… huevos. El diputado poblano así saludó la marcha, con una foto de él sosteniendo ese cartel.
La foto la compartió en sus redes sociales, destacando el mensaje propio de un adolescente bravucón; en vez de compartir un mensaje sobre logros del legislativo o del propio ejecutivo en el “avance” del gobierno de la cuarta transformación, a cuatro años de iniciado el gobierno lopezobradorista.