Dr. Julián Germán Molina Carrillo.
Como había anunciado, desde los días previos al ejercicio de consulta para la revocación de mandato del Presidente llevada a cabo el pasado diez de abril, López Obrador envió ésta semana a la Cámara de Diputados su proyecto de Reforma Electoral que modifica 18 artículos de la Constitución General de la República , aún a sabiendas de que actualmente no cuenta con los votos de las dos terceras partes de los legisladores para lograr se apruebe y no tenga el mismo destino de la reforma eléctrica que al final fue rechazada, siendo la primera vez en la historia del presidencialismo mexicano en que una reforma constitucional no es aprobada al ejecutivo federal.
Para algunos analistas y críticos del Presidente, el hecho de presentar la iniciativa, representa un desafió al Congreso, porque es evidente que existe un malestar generalizado e indignación de los Partidos (PRI, PAN, PRD ) que integran la alianza “va por México” y de Movimiento Ciudadano, en contra de AMLO, algunos de sus funcionarios, gobernadores y de los líderes de MORENA por el linchamiento mediático y los señalamientos hacia los diputados que votaron en contra de la reforma, de ser unos “traidores a la patria” y de estar a favor de los intereses de los capitales extranjeros, pidiendo incluso se les denuncie por la comisión de dicho delito y se les abra una carpeta de investigación en la Fiscalía General de la República para que en su momento se les aplique la pena correspondiente; lo que sería lo menos grave si tomamos en cuenta que viniendo estas acusaciones desde la conferencia mañanera de AMLO, se dio pauta a agresiones físicas y verbales en contra de los diputados en sus estados, cuyo desenlace podría ser fatal e indeseable para la vida democrática del país.
Otras voces, han señalado que el Presidente viene por la revancha y que tiene los elementos necesarios para doblar a la oposición y dividirla para alcanzar los votos que le den las dos terceras partes, ya sea por la buena en una eventual negociación política o por la mala, encarcelando a miembros prominentes o ex funcionarios de anteriores gobiernos emanados de dichos partidos y que ello les haga ver, que más les conviene dar su voto para que se apruebe la reforma electoral o podrían verse involucrados en varios escándalos ya sea por parte de ellos o sus familias, para restarles autoridad moral y al final doblegarlos ante el poder del Estado.
Pero, independientemente de la estrategia que ponga en práctica el Presidente y MORENA para lograr la aprobación de la reforma electoral, me parece importante y necesario analizar algunos de los puntos más importantes que incluye en su texto:
-Propuesta dedicada al INE cuya desaparición es inminente, con la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consulta (INEC)
–Elección de Consejeros y Magistrados electorales, siendo postulados por los tres poderes de la Unión el primer domingo de agosto.
-Desaparición de los OPLES y de los Tribunales Electorales locales y federalización de las elecciones.
-Eliminación de las diputaciones plurinominales y reducción del número de los legisladores federales y locales pasando la Cámara de Diputados a 300 diputaciones y la Cámara de Senadores a 96 senadurías.
-Cambio de modelo de elección de diputados, senadores y ayuntamientos para que estos sean elegidos mediante el sistema de representación pura, en donde el porcentaje de votos que obtenga un partido político, será el porcentaje de legisladores o miembros de ayuntamientos que tendrá.
– Reducción de los integrantes de los ayuntamientos en los Municipios, estableciendo un límite de hasta 9 regidurías de forma proporcional a la población de cada municipio.
-Eliminación del financiamiento público ordinario de partidos políticos nacionales y locales y conservación del financiamiento público para campañas electorales.
-Reconocimiento de la posibilidad de implementar el voto electrónico.
-Reducción al 33% de participación ciudadana para que la revocación de mandato sea vinculante.
-Modificar las excepciones para que se pueda difundir propaganda gubernamental.
-Creación de la legislación única en materia electoral, conjuntando toda la normatividad en materia electoral en un solo instrumento normativo.
La mayoría de estas modificaciones, en mi opinión buscan la centralización y el control total de los procesos electorales en el país y significan un retroceso en las conquistas electorales, que se habían logrado desde hace casi cuatro décadas, cuando el Gobierno federal a través de la Secretaría de Gobernación controlaba las elecciones en el país, con los resultados que todos conocemos y que en su momento los partidos de oposición en los que militó López Obrador después de abandonar las filas del PRI lucharon por erradicarlas, para lograr espacios legislativos y cargos populares, sacrificando la vida de muchos de sus líderes de la izquierda y que nunca fueron esclarecidos, como ocurrió durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
El argumento de los grandes ahorros que tendrá el país en los procesos electorales de aprobarse estas reformas, pudiera ser uno de los aspectos positivos, si los recursos se canalizaran a atender los graves problemas que enfrenta el país; sin embargo los próximos meses seremos testigos de una de las batallas más importantes del Presidente contra la oposición y si es capaz de romper la alianza de partidos que es su mayor obstáculo para controlar de lleno el proceso electoral de 2024 para no correr el riesgo de que se derrumben los programas de la 4T.
*Director general del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.