Vivir del erario como Cónsul de México en Estambul, Turquía, es uno de los premios a la Periodista Isabel Arvide Limón, por su adulación y entreguismo al poder en turno.
Aquellos que dicen que para ser Periodista hay que estar peleado con el poder, viven en el error.
Manipular al pueblo a sabiendas de que cunde la ignorancia, es una bajeza.
Modificar la historia sigue siendo manjar de los vencedores.
Durante la ceremonia que Arvide presidió en el Consulado de México en Turquía, con motivo de los 211 años del Grito de Independencia, arengó: ¡“Viva Miguel Hidalgo, viva la justicia, viva la libertad, viva López Obrador”!
Es sabido que las autoridades han adoptado su forma personal de presidir ceremonias y honrar a los héroes, enalteciendo a unos, desconociendo a otros.
Isabel Arvide Limón, quiso manipular, aparte de alterar la historia; ha querido hacer campaña desde Estambul con miras a la revocación de mandato y lanzó el agradecimiento por estar viviendo como princesa en un país de ensueño.
Andrés Manuel López Obrador, ya forma parte de la historia, pero falta para realizar un balance justo a su desempeño político y moral.
¿Por qué transportar al tabasqueño a 1810 a través del túnel del tiempo y equipararlo a los personajes que recogen los historiadores?
No quieran hacer gigantes en tierra de enanos huérfana de democracia.
Jugó Isabel Arvide a sorprender a los Turcos, quedando en ridículo al hacerse viral su pronunciamiento desproporcionado y falso. Por tanto, la Periodista gana el PRREMIO PINOCHO Y SU CORCHOLATA DE PATO PASCUAL, POR MENTIROSA.