Ellos son la otra voz,
la voz de todos en el exterior.
Abel Pérez Rojas
En las calles de Colombia son miles de voces las que se están manifestando en contra de las medidas adoptadas por su gobierno, y contra su gobierno en sí.
A pesar de la diversidad se han asumido como una sola voz.
Esa, en su conjunto es una voz fuerte, enérgica, vital.
Otra voz igualmente potente es de los hermanos que emigraron del terruño cafetero.
Esa es la otra voz.
La que lleva la bandera tatuada sin tinta, pero sí a fuego y amor.
La que puede traducir el sentir y es resonancia internacional.
La que sabemos cómo se oye, porque cuando canta el himno en el extranjero lo hace con pocas gargantas, pero representando millones de corazones.
Los mexicanos reconocemos muy bien la “otra voz”, esa que se encuentra más allá de las fronteras y sin cuyo apoyo, principalmente económico, el nivel de vida en territorio nacional menguaría terriblemente.
Pienso todo esto durante la más reciente transmisión de #Poesíaalasocho, emisión que cada martes se produce con contenidos y participantes colombianos.
En esa ocasión lanzamos la pregunta: ¿Qué está pasando en Colombia?, y nos enlazamos con colombianos radicados en Australia y Estados Unidos, además de los comentarios y aportaciones desde Colombia, específicamente desde Pereira, para tratar de responder la pregunta.
Mardolly Zapata abre la transmisión haciendo un recuento de las personas asesinadas, heridas, desaparecidas y agredidas sexualmente después de las primeras semanas de protestas.
En Texas, Luz Pacheco y su hija nos dicen que siguen minuto a minuto lo que sucede en Colombia, nos comparten cómo fue que vencieron su miedo para incorporarse a la primera manifestación de colombianos en Texas.
En Melbourne, Australia, Jhon Bojaca explica que lo que se vive actualmente en Colombia es producto de una violencia estructural que se ha gestado en el Estado, violencia estructural que ya viene de mucho tiempo atrás y que se materializa en racismo, desigualdad, corrupción, falta de oportunidades, la toma del Estado de parte de muy pocos.
Farid García Ramírez hace un minucioso análisis tomando como referencia los derechos humanos y habla del aporte de los colombianos en el extranjero para la reconstrucción del tejido social, además de que su voz es una forma de romper con el cerco informativo que las grandes cadenas de radio, televisión y prensa mantienen en su país.
Mientras los escucho echo una mirada a datos estadísticos básicos.
Leo que alrededor de seis millones de colombianos se encuentran fuera del país, esto representa el diez por ciento de su población total.
Me conmuevo cuando encuentro que en el año 2020 “los colombianos en el exterior enviaron al país US$6.902,9 millones por concepto de remesas, cifra que creció US$169,7 millones frente a lo registrado en 2019 (US$6.733,2 millones). Con dicho monto, el año pasado anota un nuevo récord en esta materia” (Forbes Colombia).
Pese a las dificultades generadas por el covid-19, los colombianos en el exterior –como también lo hicieron los mexicanos en nuestro país–, mandaron más recursos para ayudar a sus familiares a hacer frente al impacto económico ocasionado por la pandemia.
En ese contexto son entendibles las protestas de los colombianos residentes en Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, México, Panamá, Ecuador, entre otros tantos países, pidiendo un cese a la represión desplegada por el gobierno de Iván Duque.
Concluyo la transmisión de #Poesíaalasocho con un sentimiento indescriptible de hermandad.
Me siento más vivo.
Siento que hice bien en prestar micrófono a la otra voz: la voz de los colombianos en el extranjero.
Un abrazo solidario para el pueblo colombiano.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com