REFLEXIONES
A las 18.30 horas de hoy, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que está contagiado del temible virus que flagela a la humanidad.
Es inaudito saber que muchos brincaron de felicidad al enterarse. El ansia de poder político los ciega; los escrúpulos, si llegaron a tenerlos, desaparecieron por completo. No puedo creer que estén rezando porque suceda otra desgracia como en tantas familias que ha enlutado sus hogares.
“Estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos. Me representará la Dra. Olga Sánchez Cordero en las mañaneras para informar como lo hacemos todos los días”. El párrafo es textual de su twitter.
Mañana, 25 de enero, hablará por teléfono con el Presidente de Rusia Vlademir Putin, no sólo para refrendar su amistad y las buenas relaciones entre sus naciones, sino porque existen planes para que llegue la vacuna Sputnik V a México.
Los demonios andan sueltos.
El mundo no imaginó que viviría en pleno Siglo XXI el azote de una pandemia que amenaza con desaparecer a millones de personas.
Del año 541 al 543 el Imperio Bizantino comandado por el Emperador Justiniano, saboreó los estragos de la peste bubónica, incluyendo a Constantinopla, orgullo de Oriente. El virus se propagó a toda Europa, Asia y África.
Otra vez Europa de 1347 a 1352, pero los estragos duraron 200 años.
Fue entre 1492 y 1520 que los conquistadores españoles propagaron infecciones de toda índole en Mesoamérica, entre ellas el sarampión, la sífilis, tifoidea y la viruela.
Mazatlán, México, padeció la inclemencia en 1903, controlada con medidas duras lideradas por los médicos Liceaga y Carbajal, bajo las órdenes de Porfirio Díaz.
De 1918 a 1920 la gripe española azotó nuevamente al mundo.
En la mayoría de los casos, Asia está asociada con la propagación, aunque esta vez el Coronavirus, afirman fuentes, fue creado para la nueva configuración económica mundial y acabar con la población vieja y enferma, aunque haya bajas menores entre niños y jóvenes incrédulos.
¿Castigo de Dios?
No lo creo, es el hombre el que se autodestruye.
Si de algo les sirve, la peste de Atenas en tiempos del brillante Pericles, destrozó al 60 por ciento de sus habitantes y fue en el año 429 ANTES DE JESUCRISTO.
***
MIENTRAS LOS ENEMIGOS de Andrés Manuel suplican un “milagro” perverso antes del 6 de junio de 2021, para que su desgracia política no se extienda a 2024, MORENA no advierte el peligro de estar dividida. En el Partido construido por el hoy Jefe del Ejecutivo, se atizan hasta con la cubeta por arrebatar espacios y posiciones.
En Puebla, hoy, a mediodía, grupos morenistas exigían en su propia sede el cambio de dirigentes, empezando por la remoción de Carlos Evangelista Aniceto. No les parece que sea parte de la Comisión Nacional de Elecciones 2021 y sea cercano a Mario Delgado Carrillo, líder del Partido Movimiento Regeneración Nacional, donde funge como Secretario de Combate a la Corrupción.
Mucho menos que sea parte fundamental en las decisiones de elegir a los mejores perfiles para ser candidatos de MORENA en la elección 2021, compartiendo opiniones con gente como Citlalli Hernández y los Senadores Ricardo Velázquez y Alejandro Peña Villa, entre otros.
La coalición “VA POR MÉXICO”, integrada por el PAN, el PRI y el PRD, se frota las manos viendo la guerra interna morenista. Si no hay traiciones entre sus dirigentes, grupos de apoyo y sus candidatos, pudieran cosechar lo que nunca imaginaron tan pronto.
Desde ya, la sucesión de 2024 en el Gobierno de Puebla y la Presidencia de la República, se trabaja a marchas forzadas.
El pueblo en su gran mayoría, mientras sea pobre e ignorante, bailará al son que le toquen, lastimosamente.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx