DIEGO SANTACRUZ
¿Por qué hay cuatro detenidos como presuntos asesinos de Rafael Moreno Valle Rosas y Martha Erika Alonso Hidalgo?
Lo “gracioso” es que justo el 24 de diciembre de 2020 se anuncian las aprehensiones, es decir, 2 años después.
¿Coincidencia fatal?
Las personas responden a los nombres de María Magdalena “N”, Ricardo “N”, José Antonio “N” e Israel “N”, trabajadores de la empresa Rotor Fligth Services, encargados del mantenimiento y funcionamiento eficiente del helicóptero Agusta que se desplomó en tierras de Coronango cuando se dirigía de Puebla a la Ciudad de México.
Desde que se dio el accidente, así calificado por las empresas italianas, norteamericanas, británicas y mexicanas, el funcionario Javier Jiménez Espriú, Secretario de Comunicaciones y Transportes, dijo que hubo negligencia y un mal funcionamiento del aparato. Pero también se desprendieron declaraciones de los empleados que dijeron que avisaron que el helicóptero no estaba en condiciones de volar. Esto lo sabían Rotor Fligth Services y Casa Puebla.
Por otra parte, se aseguró que el despegue de la nave fue en un helipuerto de Las Ánimas, queriéndose evadir que hizo escala en la residencia del priista José Chedraui Budib, quien sirvió muy de cerca al morenovallismo, siendo su incondicional.
Si bien los aprehendidos son inocentes de origen, sus abogados presentan sus declaraciones y tratan de hacer ver que podrían ser utilizados como chivos expiatorios.
Si surgieran evidencias para declararlos culpables por asesinato culposo, negligencia y falsedad en declaraciones, habría que lanzar la interrogante: ¿Podría haber manos negras poderosas que estuvieran atrás del supuesto “boicot” al Agusta y su tripulación?
Ya que existe una investigación, es necesario que se llegue hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga y si no, que se deslinden responsabilidades y se limpie el nombre de los supuestos implicados.