El Santos-Corinthians, partido oficial de Liga brasileña, sirvió de marco para que Vila Belmiro, el mítico estadio santista, despidiera a su último crack, Rodrygo Goes, jugador fichado por el Real Madrid por 40 millones de euros.
Vila Belmiro rindió un sentido homenaje a su último joven valor salido de la cantera después de despedir años atrás a talentos del calibre de Pelé, Robinho o Neymar. ‘ObrigadoRayo’, decía un vídeo que Rodrygo y su familia divisaron desde el propio campo. Se le llama ‘Rayo’ por su analogía con el mito de que un rayo nunca cae dos veces en el mismo lugar. Dicen por aquí, por Santos, a una hora de Sao Paulo, que ya hubo cuatro rayos en este estadio: Pelé, Robinho, Neymar y ahora Rodrygo.
El homenaje, ante un Vila Belmiro repleto, fue sencillo pero sentido, con una placa conmemorativa con el número 82, exactamente los partidos que el chaval de 18 años ha jugado oficialmente con el ‘Peixe’. El futbolista, mientras veía el vídeo, se emocionó y lloró ante el consuelo de sus padres.
El jugador no pudo jugar por el conflicto existente hace semanas entre la CBF, la Confederación Brasileña, y el Santos.
Para mayor gozo de los santistas, la despedida de Rodrygo estuvo culminada con una victoria (1-0) ante el archirrival Corinthians, muy odiado por estos lares y tremendo rival de la región paulista. El Santos va segundo, a dos puntos de un Palmeiras que se muestra intratable.
Rodrygo viajará a Madrid en los próximos días y será presentado, probablemente, la semana que viene en el Bernabéu.