*Ex directores se han colado a la 4T
*Evidentemente, Barbosa no lo sabe
Luis Enrique Quintero
Tan extraordinario como inadmisible es el negocio que presuntamente están haciendo los directivos del penal de San Pedro Cholula, donde todo se está comercializando empezando con la visita conyugal que, en tiempos de Pandemia, alcanza una tarifa de 2 mil pesos por noche. Ex directores de ese presidio, fingiendo ser honorables burócratas, han logrado colarse al gobierno que encabeza Miguel Barbosa Huerta quien, evidentemente, lo desconoce.
Lo anterior se desprende de una denuncia pública presentada por familiares de recursos, que obviamente solicitaron el anonimato pues de lo contrario los mismos reclusos serían objeto de represalias, pero que exigieron la intervención de las autoridades del Estado y no la del alcalde Luis Alberto Arriaga, quien, consideran, seguramente está al tanto del asunto y hasta podría estar beneficiándose.
Dijeron que es prácticamente imposible que la directora del reclusorio, Fabiola Sánchez Hernández y su jefe de seguridad y custodia, Antonio Silva Ramírez, así como un coordinador (los tres originarios del estado de Chiapas) no se percaten de las arbitrariedades, tal como lo argumentan.
CONYUGAL, 2 MIL
Los encuentros íntimos quedaron prohibidos por la pandemia, pero actualmente quien paga 2 mil pesos puede gozar de visita conyugal durante toda la noche y 500 pesos por dos horas, se expone en la grave denuncia. Esta situación no es nueva ni en esa cárcel ni en ninguna otra, sólo que estos funcionarios se están sirviendo con la cuchara molera.
También se puede adquirir botellas de licor y otras cosas, pagando la cuota respectiva. Además, la noticia de que pronto habrá traslados a otros Ceresos, se usó para para amenazar a los reclusos y sacarles 500 pesos para no reubicarlos, diciéndoles que figuraban en la “lista negra”
AUTENTICO CASINO
Agregaron que, después de las 18 horas, cuando la directora concluye su turno, el penal se convierte en sede de juegos de azar, en los que incluso participan el personal de seguridad y custodia, todo rodeado del consumo de sustancias prohibidas y de prostitución.
Las internas también han sufrido vejaciones pues a fines de agosto hubo un operativo de revisión durante el que algunas de ellas fueron obligadas a desnudarse completamente, lo que ya ha sido denunciado en Derechos Humanos y Contraloría.