RODRIGO SANTAMARÍA
Vuelve a las andadas el Diputado Fernando Manzanilla Prieto.
De acuerdo a sus conveniencias, son sus declaraciones.
Ha dicho que respeta a Miguel Barbosa; luego, lo descalifica en medios nacionales y locales; volvió a decir que desea lo mejor al Gobernador de Puebla y nuevamente retorna al camino del vituperio. Así ha sido de manera permanente, como lanzadera.
Sabido es que no sabe respetar nada y que, como fiel escudero del morenovallismo embozado en MORENA, va por la satisfacción de sus intereses personales. Paga a quien tiene que pagar para ensalzar sus declaraciones y su mira está en ocupar el Gobierno de Puebla que alguna vez fue de su cuñado Rafael Moreno Valle Rosas.
En algunas notas en medios escritos, radio y video por internet, Manzanilla hizo aparecer el martes nuevas críticas contra Miguel Barbosa, tildando a su gobierno de vivir como en las peores épocas del priismo recalcitrante, “pues lo que hasta ahora se ha visto en su administración son las mismas prácticas y vicios del viejo régimen”.
Mañosamente deslinda al Presidente Andrés Manuel López Obrador, elogiándolo, en una maniobra perversa, aparentando que es ajena la forma de gobernar de Barbosa al del Jefe del Ejecutivo federal.
“Con Barbosa se vive más de lo mismo: El abuso y uso arbitrario del poder”, dice Manzanilla, quizá molesto porque no ha podido explicar el destino de 241 millones de pesos de una “partida secreta” que desaparecieron misteriosamente. Lo raro es que no hay justificantes, más que uno que enseñó el propio ex Secretario de Gobernación de Puebla, por millón y medio de pesos.
¿Por qué tiene en su poder documentos oficiales Fernando Manzanilla?
¿Dónde están los 239.5 millones de pesos restantes?
Igualmente, Fernando, olvida que él fue parte de ese priismo de prácticas viejas y vicios recalcitrantes, como califica. Ahí se hizo junto con Moreno Valle. De ahí salió dejando “HOYOS FINANCIEROS” en la Secretaría de Finanzas que manejó con su cuñado. Desde allá se hicieron del Gobierno del Estado y lo ejercieron de 2010 a 2018, pues el de Antonio Gali Fayad fue una extensión.
¿Quién le cree a Manzanilla que se peleó con Moreno Valle?
Ese Gobierno morenovallista ha sido, junto con el de Mariano Piña Olaya, el más corrupto e impune en la historia de Puebla, dejando una deuda de 50 mil millones de pesos y falta abrir más expedientes de obras y concesiones. Es decir, el boquete financiero puede crecer.
No se dude: Fernando Manzanilla, el hombre que dijo que nada le importaba más que ser Diputado y servir a la gente, sabe mentir y forma su grupo que va por el poder político, contándose Enrique Cárdenas Sánchez, el morenovallismo que se esconde, algunos “morenistas” traidores y Periodistas que añoran los tiempos de jauja.