RODERICK GARCÍA RAMÍREZ
La frase le queda a la perfección al líder interino de MORENA, Alfonso Ramírez Cuellar, quien pareciera afilar las garras para encajarlas en el Gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.
Se adelanta y lanza la advertencia de que si Barbosa es culpable de haber recibido sobornos para aprobar la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto, inmediatamente llevará el caso a la Comisión de Honor y Justicia de su Partido para expulsarlo, además de enfrentar el calor de la justicia de los tribunales mexicanos.
¿Algo le incomoda a Ramírez Cuellar?
Puede ser el que Barbosa tuvo o tenga una buena relación con Yeidckol Polevnsky o es amigo del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El dirigente interino parece ignorar que Miguel Barbosa votó en contra de la reforma energética y la bancada del PRD, que en ese momento lideraba, por igual. Además, las imputaciones de Lozoya deben ser investigadas en todos los casos y que los mencionados en sus declaraciones son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
La simple palabra de Lozoya no vale, sólo las pruebas contundentes fundamentadas.
Y si alguien delinquió, tendrá que pagar, sea quien sea.
La gente espera la aplicación de las leyes sin manipulación y la impartición de justicia sin ser selectiva, incluyendo a Pío López Obrador, hermano del Presidente.
De que habrá consecuencias, las habrá, pero no te calientes granizo que todavía está nevando.