¡Miente, Claudia Rivera Vivanco, diciendo que no piensa en la reelección!
Ella misma lo ha externado, pidiendo respeto a sus derechos políticos y de género.
No le da vergüenza que nada tiene que presumir para hacer realidad su pretensión.
Tampoco acepta que ganó en 2018 por la ola morenista encabezada por Andrés Manuel López Obrador, nunca por méritos propios ni por su popularidad nula.
Fue la primera sorprendida por los resultados, al igual que algunos más que no imaginaron obtener una curul o una Alcaldía.
Hoy, la soberbia le trastorna los sentidos a Claudia.
¿Quién está detrás de ella?
Es la nueva valentona de la película.
Por eso enfrenta constantemente al Gobernador Miguel Barbosa; le ha valido un sorbete la seguridad pública; la escasez de inversión en la capital, Juntas Auxiliares y colonias es palpable; el Coronavirus mantiene al municipio principal del Estado en el primer lugar de contagios y muertes a nivel nacional; se pelea con sus Regidores y hasta los acusa, sin dar nombres, de querer chantajearla para aprobar la redirección presupuestal de 2020.
Sabe que si no se reelige, tiene forma de presionar para negociar una curul federal.
Olvida que no ejerció más mil millones de pesos el año pasado por su marcada ineptitud, mientras que cientos de familias poblanas viven en condiciones deplorables.
En su ayuntamiento casi todo es cochino.
En el cochino casi es todo su ayuntamiento.
Ahora se le ocurre anunciar estrambóticamente una inyección de 750 millones de pesos en obras de regeneración del centro histórico, colonias y Juntas Auxiliares. Lo que no hizo en casi dos años de gestión, lo decide mañosamente cuando en noviembre próximo arranca el proceso electoral que culminará con los comicios del primer domingo de junio de 2021.
Está segura que los ciudadanos son unos ignorantes sin memoria. Por eso las obras que disparará para impactar en los últimos meses de su administración.
Dice uno de sus allegados que su aspiración política no queda aquí, pero si sus planes se truncan, trabajará, como lo ha hecho, para que el sucesor en la Presidencia Municipal sea de MORENA sin ser cercano al Gobernador Barbosa y si se da cuenta que esta estrategia no le da resultado, le abrirá la puerta al PAN.
Como sea, Claudia Rivera Vivanco, tratará de no ser investigada y la única forma de lograrlo es que llegue un aliado suyo y asegurar en lo personal una candidatura plurinominal que le evite pelear en las urnas, porque el desencanto de los poblanos en su gestión, es palpable.
Aparecer en la boleta electoral es arriesgar todo.
Claudia, es la viva imagen de la lucha interna, la ambición y el egoísmo en la Cuarta Transformación. Y no es la única.
Bien decía mi abuela: “No le des alas a los alacranes”.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx