RODERICK GARCÍA RAMÍREZ
¿Virus, plagas, pandemias, temblores, producto de la naturaleza cambiante, de la destrucción del hombre por el hombre o castigo divino?
Algunos Estados de la república mexicana han sido más castigados que otros, uno de ellos es Quintana Roo, considerado paraíso tropical.
Mire usted: El Coronavirus derrumbó el turismo, principal fuente generadora de riqueza, incrementando el desempleo y la delincuencia; antes que esto, el sargazo pestilente inundó sus playas; el huracán Cristóbal, el más reciente, llenó de muerte y tragedia a docenas de comunidades; a la desgracia se sumó el polvo del Sahara, que se localiza entre África y Asia, donde se localiza Egipto, tierra de Faraones y de historia bíblica; y por para completar la obra, ya se contempla la llegada de una plaga de langostas que ya arribó a Belice.
¿Es poca la ola de calamidades?
Y si gusta usted agregar a Gobernadores corruptos, tendrá toda la razón.