MIGUEL ÁNGEL GARCÍA MUÑOZ
“Su presidente López Obrador, es el mejor que han tenido. Es duro y audaz. Quiere mucho a su país”, fue el énfasis de Donald Trump, durante la cena ofrecida al tabasqueño y su comitiva.
Lo dijo el Presidente de Estados Unidos, el país más poderoso del mundo.
¿No le creen?
¿Entonces como sí le creen cuando lanza advertencias, habla del muro y de cobrar aranceles?
Si a alguien no le gusta, pues reclámenle.
Si tampoco satisface que la reunión bilateral sea considerada un éxito, hagan berrinche.
Y si mucho menos fue de su agrado que el mismo día de la reunión haya sido aprehendido en la Unión Americana el corrupto ex Gobernador de Chihuahua, César Duarte, pónganle Abogados y junten para su fianza si es que lo dejan en libertad.
Estuvo en lo suyo Andrés Manuel López Obrador, destacando que el nuevo acuerdo comercial “tiene dos elementos nuevos que ayudan a integrar más la región y a potenciarla”.
“Primero, se establece que las mercancías que se produzcan en América del Norte deben tener un elevado contenido regional, aunque se trate de autopartes o de cualquier artículo de consumo”. “Tiene que llevar algo que se produzca en Canadá, México y Estados Unidos”, explicó el mandatario mexicano.
“El otro elemento que considero fundamental y de justicia, es que se garanticen mejores salarios y mejores condiciones laborales para los trabajadores de los tres países, que no se contemplaba en el otro acuerdo”, completó el tabasqueño.
Slim, el hombre más rico del México y uno de los más ricos del mundo, dijo que el nuevo acuerdo comercial, conocido como T-MEC, es “más completo que el anterior”.
Los empresarios estadounidenses mostraron su deseo de invertir en México.
No se rezagaron los empresarios mexicanos y también manifestaron su interés por aprovechar la entrada en vigor del T-MEC.
SEMPRA, una compañía estadounidense de infraestructura energética, anunció una inversión importante en México. La petrolera Shell también anunció su beneplácito con las inversiones en el país.
Por su parte, la industria del acero y de productos lácteos también dio a conocer su optimismo e interés por invertir en México a través del T-MEC.
Mientras, los agoreros del fracaso, los que quisieran ver peleados a Trump y López Obrador, calificando de cacahuatero el discurso del Presidente mexicano, siguen tragando bilis.