Apoyo firme y sin reservas
Hace unas semanas, firmé una carta abierta junto con compañeras y compañeros del Poder Judicial de Puebla. En ella, manifestamos nuestro respaldo incondicional a la iniciativa de reforma constitucional promovida por nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum. Desde entonces, el tema ha generado reacciones intensas y, en muchos casos, viscerales.
El conservadurismo en pie de guerra
Como era de esperarse, una parte del conservadurismo más rancio —ese que aún huele a sacristía— ha reaccionado con miedo ante la posibilidad de que el pueblo elija a las personas juzgadoras que integrarán los tribunales. Lo que debería ser un avance democrático, lo ven como una amenaza.
Zedillo y la memoria selectiva
Sorprende la desfachatez de algunos personajes del pasado que hoy levantan la voz en contra de esta reforma. Ernesto Zedillo, por ejemplo, parece haber olvidado que él mismo, en enero de 1995, hizo desaparecer por más de un mes a la Suprema Corte de Justicia para imponer un nuevo modelo a su medida.
Reduciendo el número de ministros de 26 a 11, Zedillo logró que los nuevos fueran leales a su gobierno, con la colaboración de Acción Nacional. Así nació el “prianismo”, ese bloque que tanto daño le ha hecho al país.
Un pasado vergonzoso
Durante ese sexenio, se nombró a un procurador panista —Antonio Lozano Gracia— que llegó al extremo de contratar brujos y videntes para investigar crímenes políticos. ¿Con qué autoridad moral puede hoy Zedillo criticar a una presidenta que goza de más del 80% de aprobación ciudadana?
Lo que viene el 1º de junio
Este 1º de junio viviremos un proceso inédito: por primera vez, las y los mexicanos podremos elegir de forma directa a quienes integrarán el Poder Judicial. Es un paso gigantesco hacia una democracia más real y participativa.
La oposición y su doble moral
Desde los medios que les son afines, la oposición intenta desvirtuar el proceso, pintándolo como la antesala de una tiranía. Pero olvidan que durante décadas, ellos construyeron una dictadura perfecta: un Poder Judicial subordinado, con privilegios desorbitados, sueldos que superaban al del presidente, casas de lujo, seguros médicos privados, choferes, y colegiaturas en escuelas exclusivas pagadas por el Estado.
El nepotismo como norma
A ese Poder Judicial se le conocía como el “Poder Judicial Familiar”. Y no era para menos: esposas, esposos, amantes y parientes laboraban ahí, no por mérito, sino por recomendación.
Es momento de cambiar
Ya basta de proteger a los Salinas Pliego y a los Melgarejo. Ya basta de liberar delincuentes —sean de cuello blanco o del crimen organizado— con base en tecnicismos legales. Es tiempo de que la justicia sea para quien menos tiene y menos sabe.
Informarse es clave
Las y los ciudadanos debemos informarnos sobre los perfiles que participarán en esta elección. El sitio del INE y los buscadores de internet son buenas herramientas para conocer su experiencia, propuestas y trayectorias. Votar con conciencia es ejercer nuestro poder de transformación.
La verdadera fiesta democrática
Este 1º de junio, México vivirá una jornada histórica. Acompañaremos con orgullo a nuestra presidenta Claudia Sheinbaum y al gobernador Alejandro Armenta, con el firme compromiso de construir una justicia verdaderamente humana y ética, guiada por los principios del humanismo mexicano y la bioética social.
¡Nos vemos en las urnas!